Encontrados 77 resultados para: visión

  • pues ya no habrá ni visión vana ni presagio mentiroso en medio de la casa de Israel. (Ezequiel 12, 24)

  • Hijo de hombre, mira, la casa de Israel está diciendo: «La visión que éste contempla es para días lejanos, éste profetiza para una época remota.» (Ezequiel 12, 27)

  • Esta visión era como la que yo había visto cuando vine para la destrucción de la ciudad, y también como lo que había visto junto al río Kebar. Entonces caí rostro en tierra. (Ezequiel 43, 3)

  • Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión nocturna. Y Daniel bendijo al Dios del Cielo. (Daniel 2, 19)

  • «Tú, oh rey, has tenido esta visión: una estatua, una enorme estatua, de extraordinario brillo, de aspecto terrible, se levantaba ante ti. (Daniel 2, 31)

  • Daniel tomó la palabra y dijo: Contemplaba yo en mi visión durante la noche lo siguiente: los cuatro vientos del cielo agitaron el mar grande, (Daniel 7, 2)

  • El año tercero del reinado del rey Baltasar, yo, Daniel, tuve una visión después de la tenida anteriormente. (Daniel 8, 1)

  • Miré durante la visión y me veía en Susa, la plaza fuerte que está en la provincia de Elam; en la visión miré, y me encontraba en la puerta del Ulay. (Daniel 8, 2)

  • Oí entonces a un santo que hablaba, y a otro santo que decía al que hablaba: «¿Hasta cuándo la visión: el sacrificio perpetuo, la iniquidad desoladora, el santuario y el ejército pisoteados?» (Daniel 8, 13)

  • Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de comprenderla, vi de pronto delante de mí como una apariencia de hombre, (Daniel 8, 15)

  • y oí una voz de hombre, sobre el Ulay, que gritaba: «Gabriel, explícale a éste la visión.» (Daniel 8, 16)

  • El se acercó al lugar donde yo estaba y, cuando llegó, me aterroricé y caí de bruces. Me dijo: «Hijo de hombre, entiende: la visión se refiere al tiempo del Fin.» (Daniel 8, 17)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina