Encontrados 400 resultados para: �Cuál

  • podáis comprender con todos los creyentes cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, (Efesios 3, 18)

  • Por consiguiente, no actuéis como necios, sino procurad conocer cuál es la voluntad del Señor. (Efesios 5, 17)

  • porque el marido es cabeza de la mujer, del mismo modo que Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual él es el Salvador. (Efesios 5, 23)

  • Empuñad en todas las ocasiones el escudo de la fe, con el cual podáis inutilizar los dardos encendidos del Maligno. (Efesios 6, 16)

  • el cual, teniendo la naturaleza gloriosa de Dios, no consideró como codiciable tesoro el mantenerse igual a Dios, (Filipenses 2, 6)

  • a fin de que seáis irreprochables y sin malicia, hijos de Dios irreprensibles en medio de esta generación perversa y descarriada, en medio de la cual brilláis como astros en el universo, (Filipenses 2, 15)

  • el cual transformará nuestro cuerpo lleno de miserias conforme a su cuerpo glorioso en virtud del poder que tiene para someter a sí todas las cosas. (Filipenses 3, 21)

  • a quienes Dios quiso descubrir cuál es la riqueza sublime de este secreto entre los paganos, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria, (Colosenses 1, 27)

  • con miras a lo cual me fatigo y lucho apoyado en la fuerza de Cristo, que obra poderosamente en mí. (Colosenses 1, 29)

  • lo cual es una sombra del futuro, cuyo fundamento es Cristo. (Colosenses 2, 17)

  • Porque nuestro mensaje evangélico no os fue transmitido solamente con palabras, sino también con obras portentosas bajo la acción del Espíritu Santo y, por parte nuestra, con una profunda entrega. En efecto, vosotros sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. (I Tesalonicenses 1, 5)

  • al impedirnos predicar a los paganos para que se salven. Con lo cual van colmando la medida de su pecado. Pero el castigo de Dios está para caer pesadamente sobre ellos. (I Tesalonicenses 2, 16)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina