Encontrados 2686 resultados para: Ana
Con los débiles en la fe me hago débil para ganar a los débiles; me hago todo para todos, para salvarlos a todos. (I Corintios 9, 22)
a otro el don de hacer milagros; a otro el decir profecías; a otro el saber distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero; a otro hablar lenguas extrañas, y a otros saber interpretarlas. (I Corintios 12, 10)
Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas. (I Corintios 12, 28)
Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que toca o unos platillos que resuenan. (I Corintios 13, 1)
Aunque tenga el don de profecía y conozca todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tenga tanta fe que traslade las montañas, si no tengo amor, no soy nada. (I Corintios 13, 2)
Porque el que habla en lenguas extrañas, no habla a los hombres, sino a Dios; de hecho, ninguno le entiende, pues movido por el Espíritu dice cosas misteriosas. (I Corintios 14, 2)
El que habla en lenguas extrañas se aprovecha a sí mismo; el que profetiza, lo hace en beneficio de la Iglesia. (I Corintios 14, 4)
Hermanos, si yo fuera a veros y os hablara en lenguas extrañas, ¿qué os aprovecharía? Absolutamente nada. Lo provechoso sería que os comunicase alguna revelación, conocimiento, profecía o enseñanza. (I Corintios 14, 6)
Está escrito en la ley: Hablaré a este pueblo en lenguas extrañas y por boca de extranjeros, y ni aun así me escucharán, dice el Señor. (I Corintios 14, 21)
Supongamos que se reúne toda la iglesia y que todos hablan en lenguas extrañas; si entra un simple fiel o un incrédulo, ¿no dirán que estáis locos? (I Corintios 14, 23)
En conclusión, hermanos: cuando os reunís, unos pueden cantar, otros enseñar, otros manifestar una revelación, otros hablar en lenguas extrañas y otros interpretarlas. Pero que sea para aprovechamiento de todos. (I Corintios 14, 26)
Si se habla en lenguas extrañas, que hablen dos o a lo sumo tres, y por turno, y que uno les interprete. (I Corintios 14, 27)