Encontrados 162 resultados para: Benjamín

  • Algunos de la tribu de Benjamín y de Judá fueron asimismo a unirse a David en su refugio. (I Crónicas 12, 17)

  • de la tribu de Benjamín, 3.000 parientes de Saúl, la mayoría de los cuales habían permanecido hasta entonces fieles a la casa de Saúl; (I Crónicas 12, 30)

  • La orden del rey había desagradado tanto a Joab, que no hizo el censo de la tribu de Leví y Benjamín. (I Crónicas 21, 6)

  • de la media tribu de Manasés en Galaad, Yidón, hijo de Zacarías; de Benjamín, Yasiel, hijo de Abner; (I Crónicas 27, 21)

  • Roboán llegó a Jerusalén y convocó a la casa de Judá y de Benjamín: 180.000 hombres de guerra, para luchar contra Israel y recuperar el reino. (II Crónicas 11, 1)

  • "Di a Roboán, hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas de Judá y Benjamín: (II Crónicas 11, 3)

  • Sora, Ayalón y Hebrón, todas en Judá y Benjamín. (II Crónicas 11, 10)

  • Las armó asimismo de escudos y lanzas con el fin de hacerlas lo más fuertes posible y poder mantener su dominio en Judá y Benjamín. (II Crónicas 11, 12)

  • Tuvo la sagacidad de repartir a sus hijos por todos los territorios de Judá y de Benjamín y las ciudades fortificadas, les dio abundancia de provisiones y les procuró muchas mujeres. (II Crónicas 11, 23)

  • Asá disponía de un ejército de 300.000 hombres armados de escudo y lanza en Judá, y 280.000 armados de escudo y arco en Benjamín, todos hombres valerosos. (II Crónicas 14, 7)

  • salió al encuentro de Asá y le dijo: "Óyeme, Asá, y escuchadme todos los de Judá y Benjamín. El Señor está con vosotros porque vosotros estáis con él. Cuando vosotros le buscáis, él se deja encontrar por vosotros; pero si lo abandonáis, él se aleja. (II Crónicas 15, 2)

  • Con estas palabras del profeta Azarías, hijo de Oded, Asá se sintió fortalecido e hizo desaparecer los ídolos de toda la tierra de Judá y de Benjamín y de las ciudades que había conquistado en la montaña de Efraín; restauró de nuevo el altar del Señor, que estaba delante del vestíbulo del Señor. (II Crónicas 15, 8)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina