Encontrados 63 resultados para: Brazos

  • Cada brazo tenía tres copas en forma de flor de almendro, con su cáliz y pétalos; los seis brazos, que arrancaban del fuste del candelabro, eran iguales. (Exodo 37, 19)

  • cada una de las tres parejas de brazos tenía un cáliz en su parte inferior; los seis exactamente igual. (Exodo 37, 21)

  • Los cálices y los brazos hacían un solo cuerpo con el candelabro, y todo el conjunto era de oro puro forjado. (Exodo 37, 22)

  • El candelabro era de oro trabajado a cincel, tanto el pie como los brazos, todo de oro trabajado a cincel. Moisés había ordenado hacerlo conforme al modelo que el Señor le había mostrado. (Números 8, 4)

  • El Dios de otro tiempo es tu refugio, y tu sostén sus brazos eternos. Expulsa delante de ti al enemigo, y a ti te dice: Destrúyelo. (Deuteronomio 33, 27)

  • La mujer de Sansón se echó en brazos de él, llorando, y le dijo: "Tú me odias, no me amas. Has propuesto un acertijo a mis paisanos y no me lo has explicado a mí". Él le respondió: "No se lo he explicado ni a mi padre ni a mi madre, ¿y te lo voy a explicar a ti?". (Jueces 14, 16)

  • Cuando llegó a Lejí, los filisteos corrieron a su encuentro. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él; las sogas con que estaba atado fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras de sus brazos se deshicieron. (Jueces 15, 14)

  • Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le gritó: "¡Sansón, los filisteos!". Tenía gentes escondidas en su habitación, pero él rompió las cuerdas que tenía sobre los brazos como si fueran un hilo. (Jueces 16, 12)

  • Ellas se echaron nuevamente a llorar. Después Orfá besó a su suegra y volvió a su pueblo, pero Rut se echó en brazos de Noemí. (Rut 1, 14)

  • te he dado la casa de tu señor y puse en tus brazos las mujeres de tu señor, y te he dado la casa de Israel y de Judá, y, por si esto fuera poco, te añadiré todavía más. (II Samuel 12, 8)

  • adiestra mis manos para la lucha y mis brazos para tensar arcos de bronce. (II Samuel 22, 35)

  • El trono tenía seis gradas: la parte superior, el respaldo redondo, brazos a ambos lados del asiento, dos leones apostados junto a los brazos (I Reyes 10, 19)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina