Encontrados 2107 resultados para: Cam

  • Preguntó a las gentes del lugar: "¿Dónde está la prostituta que estaba en Enáyim junto al camino?". Y ellos le respondieron: "Jamás hubo aquí ninguna prostituta". (Génesis 38, 21)

  • Desde el momento en que le puso al frente de su casa y de todo cuanto tenía, el Señor bendijo la casa del egipcio en consideración a José. La bendición del Señor alcanzó a todo cuanto poseía, tanto en la casa como en el campo. (Génesis 39, 5)

  • El Faraón mandó llamar a José. Lo sacaron a toda prisa de la cárcel, lo afeitaron, le cambiaron de vestidos y lo presentaron al Faraón. (Génesis 41, 14)

  • José recogió todos los víveres de los siete años en que hubo abundancia en Egipto y los depositó en las ciudades, almacenando en cada una los víveres de la campiña circundante. (Génesis 41, 48)

  • Al acampar por la noche, uno de ellos abrió su saco para dar de comer a su asno y vio que su dinero estaba en la boca del saco, (Génesis 42, 27)

  • Tomaron los regalos, doble cantidad de dinero y a Benjamín, y se pusieron en camino. Llegaron a Egipto y se presentaron a José. (Génesis 43, 15)

  • Ahora bien, al acampar por la noche y abrir nuestros sacos, cada uno encontró su dinero en la boca de su saco. Pero ahora lo traemos con nosotros. (Génesis 43, 21)

  • Así lo hicieron los hijos de Israel. José les proporcionó carros conforme a la orden del Faraón y les proveyó de víveres para el camino. (Génesis 45, 21)

  • Envió a su padre diez asnos cargados con lo mejor de la tierra de Egipto y diez asnas cargadas de trigo, pan y comida para el camino. (Génesis 45, 23)

  • Se despidió de sus hermanos y les dijo: "No discutáis por el camino". (Génesis 45, 24)

  • José iba reuniendo todo el dinero que había en Egipto y Canaán a cambio del grano que le compraban, y lo iba depositando en la casa del Faraón. (Génesis 47, 14)

  • José les respondió: "Dadme vuestros ganados, si se os ha acabado ya el dinero, y a cambio os daré trigo". (Génesis 47, 16)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina