Encontrados 235 resultados para: Comer

  • pero si es viuda o divorciada y no tiene hijos y vuelve a casa de su padre como estaba durante la juventud, podrá comer el alimento de su padre. Pero ningún extraño lo podrá comer. (Levítico 22, 13)

  • La gente que se les había unido tenía tanta hambre que los mismos israelitas, contagiados, se pusieron a llorar, gritando: "¡Quién nos diera carne que comer! (Números 11, 4)

  • ¿Dónde encontraré yo carne para dar a todo este pueblo que llora a mi lado gritando: Danos carne para comer? (Números 11, 13)

  • Dirás al pueblo: Santificaos para mañana y comeréis carne, ya que os habéis quejado a los oídos del Señor, diciendo: ¡Quién nos diera carne para comer! ¡Estábamos mejor en Egipto! Pues bien, el Señor os dará carne para comer. (Números 11, 18)

  • Moisés respondió: "¿Seiscientos mil hombres de a pie cuenta el pueblo en medio del cual me encuentro, y tú dices: Yo les daré a comer carne durante un mes entero? (Números 11, 21)

  • Os alimentaréis de cosas consagradas. Todo varón podrá comer de ellas. Serán para ti cosas santas. (Números 18, 10)

  • Te pertenecerá también lo que se reserva de las ofrendas de los israelitas que han sido hechas con el rito de presentación; te lo doy a ti y a tus hijos por estatuto perpetuo. Podrán comer todos los de tu casa siempre que estén puros. (Números 18, 11)

  • Las primicias, que habrán de traer al Señor de todos los productos de su tierra, serán tuyas; todos los de tu casa podrán comer de ellas con tal que estén puros. (Números 18, 13)

  • Lo podréis comer en cualquier lugar, vosotros y los vuestros: es el salario por vuestro servicio en la tienda de la reunión. (Números 18, 31)

  • Allí serviréis a sus dioses, hechos por mano de hombre, de madera y de piedra, incapaces de ver y entender, de comer y sentir. (Deuteronomio 4, 28)

  • Cuando subí yo a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Señor hacía con vosotros, permanecí sobre la cima cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber. (Deuteronomio 9, 9)

  • Me postré luego en presencia del Señor. Como la primera vez, estuve durante cuarenta días sin comer ni beber por causa del pecado que vosotros habíais cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor hasta el punto de irritarle; (Deuteronomio 9, 18)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina