Encontrados 46 resultados para: Dejará

  • Dejará sentir su ira sobre las naciones, como cambió las aguas en salitre. (Eclesiástico 39, 23)

  • Y grité: "Señor, mi padre eres tú; mi Dios, que no me dejará en el día de la tribulación, en el tiempo del desamparo, frente a los orgullosos. Alabaré tu nombre continuamente y entonaré himnos de acción de gracias". (Eclesiástico 51, 10)

  • capital de Efraín es Samaría, y cabeza de Samaría el hijo de Romelías. Dentro de cinco o seis años, Efraín será destruido, dejará de ser pueblo. Si no creéis, no podréis subsistir. (Isaías 7, 9)

  • El día aquel te quitará su carga de tu hombro, su yugo dejará de pesar sobre tu cuello. Se acerca por el lado de Rimón, (Isaías 10, 27)

  • Oráculo contra Damasco: Mirad, Damasco dejará de ser ciudad, se trocará en montón de ruinas. (Isaías 17, 1)

  • El Señor dejará oír su voz majestuosa y manifestará su brazo amenazador, en el ardor de su ira, en la llama de un fuego devorador, en una tempestad de lluvia y de granizo. (Isaías 30, 30)

  • Si dejaran de valer a quellas leyes ante mí -dice el Señor-, entonces la casa de Israel dejará también de ser una nación ante mí para siempre. (Jeremías 31, 36)

  • Al cabo de siete años cada uno de vosotros dejará libre a su hermano hebreo que le haya sido vendido; estará a tu servicio seis años y luego lo dejarás en libertad. Pero vuestros padres no escucharon ni hicieron caso. (Jeremías 34, 14)

  • Su corazón dejará de ser un corazón de hombre; se le dará un corazón de bestia. Después pasarán por él siete períodos. (Daniel 4, 13)

  • ¡Quién sabe si cambiará de idea y dejará tras de sí una bendición, ofrendas para el Señor, vuestro Dios! (Joel 2, 14)

  • ¿Rugirá el león en la selva sin que haya presa? ¿Dejará el leoncillo oír su voz desde su cubil si no ha agarrado nada? (Amós 3, 4)

  • Él extenderá su mano contra el norte, y destruirá a Asiria, dejará a Nínive como una desolación, árida como el desierto. (Sofonías 2, 13)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina