Encontrados 43 resultados para: Habita

  • Si nos sobreviene la desgracia, si la espada, el castigo, la peste o el hambre se abaten sobre nosotros, nos presentaremos en este templo delante de ti, porque en este santuario habita tu nombre, y en medio de nuestra angustia clamaremos a ti, y tú nos escucharás y nos salvarás. (II Crónicas 20, 9)

  • Y preguntó: "Cananeos, decidme quién es el pueblo que habita en las montañas, cuáles son las ciudades que ocupa, qué contingente tiene de tropas, en qué consiste su fuerza y su poder, quién es el rey que guía su ejército (Judit 5, 3)

  • Ajior, jefe de todos los amonitas, le respondió: "Escucha, señor, la palabra de boca de tu siervo y te anunciaré la verdad de ese pueblo que habita en la montaña, que reside cerca de ti, y no te diré ninguna mentira. (Judit 5, 5)

  • Tampoco ahora habría levantado mi espada contra tu pueblo, que habita en la montaña, si no me hubiese despreciado; pero él lo ha querido. (Judit 11, 2)

  • Señor, yo amo la casa donde tú resides, el lugar donde tu gloria habita. (Salmos 26, 8)

  • Bendito sea desde Sión el Señor, que habita en Jerusalén. ¡Aleluya! (Salmos 135, 21)

  • El mismo que habita el cielo vigila aquel lugar y lo guarda, hiriendo de muerte a los que penetran en él para profanarlo". (II Macabeos 3, 39)

  • Pues en el alma malévola no entra la sabiduría, ni habita en un cuerpo esclavo del pecado. (Sabiduría 1, 4)

  • planta su tienda a su lado y habita allí en dulce morada. (Eclesiástico 14, 25)

  • Esto dice el Señor, Dios, el que creó los cielos y los desplegó, el que asentó la tierra y sus productos, el que da aliento al pueblo que la habita y soplo a los seres que se mueven en ella: (Isaías 42, 5)

  • Alcen su voz el desierto y sus ciudades, las aldeas en que habita Quedar; aclamen los habitantes de Petra, desde lo alto de los montes lancen gritos. (Isaías 42, 11)

  • Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido. (Isaías 57, 15)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina