Encontrados 462 resultados para: Hacía

  • esto es, de las naciones de quienes había dicho el Señor a los israelitas: "No os unáis con ellas en matrimonio, pues inclinarán vuestro corazón hacia sus dioses". Pero Salomón se enamoró de ellas, (I Reyes 11, 2)

  • En su ancianidad ellas le desviaron el corazón hacia dioses extranjeros, de modo que su corazón no fue enteramente del Señor como lo fue el corazón de su padre David. (I Reyes 11, 4)

  • A pesar de esto, Jeroboán no se volvió atrás de su mal camino, sino que continuó creando del pueblo bajo sacerdotes para las colinas. A todo el que lo deseaba, le consagraba y le hacía sacerdote de las colinas. (I Reyes 13, 33)

  • ¡Vive el Señor, tu Dios!, que no hay pueblo ni reino donde mi amo no haya mandado a buscarte, y cuando se respondía que no estabas allí, hacía jurar a aquel reino o pueblo que no te había encontrado; (I Reyes 18, 10)

  • Pasado el mediodía, continuaron en su paroxismo hasta la hora de la ofrenda del sacrificio. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía ni hacía caso. (I Reyes 18, 29)

  • Y el Señor le dijo: "Anda, vuelve a emprender tu camino por el desierto hacia Damasco, y, cuando llegues, ungirás a Jazael por rey de Siria; (I Reyes 19, 15)

  • En Edón entonces no había rey; un gobernador hacía de tal. (I Reyes 22, 48)

  • Y mientras iban caminando y conversando, un carro de fuego, con caballos de fuego, pasó entre los dos, y Elías fue arrebatado en un torbellino hacia el cielo. (II Reyes 2, 11)

  • Jehú levantó su rostro hacia la ventana y exclamó: "¿Quién está conmigo? ¿Quién?". Se asomaron dos o tres eunucos, (II Reyes 9, 32)

  • Luego, volvió su mirada hacia el sepulcro del hombre de Dios que había predicho estas cosas, y dijo: "¿Qué monumento es aquel que diviso?". Los de la ciudad respondieron: "Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y predijo las cosas que tú has hecho sobre el altar de Betel". (II Reyes 23, 17)

  • En su tiempo, el Faraón Necó, rey de Egipto, fue en ayuda del rey de Asiria hacia el río Éufrates. El rey Josías le salió al paso, pero el faraón le dio muerte al primer encuentro en Meguido. (II Reyes 23, 29)

  • Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá. (II Reyes 25, 4)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina