Encontrados 41 resultados para: Hacían

  • Rebaño perdido era mi pueblo; sus pastores lo extraviaban, le hacían vagar por las montañas; de monte en colina caminaba, olvidando su aprisco. (Jeremías 50, 6)

  • Todos lloraban, hacían ayunos y oraciones en la presencia del Señor. (Baruc 1, 5)

  • Mientras ellos hacían estragos, quedé yo solo, me arrojé rostro en tierra y grité: "¡Señor Dios! ¿Vas a exterminar a todo el resto de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalén?". (Ezequiel 9, 8)

  • A toda prostituta se la da su paga; pero tú has dado tu dote a cuantos te hacían la corte y les has ofrecido regalos para que vinieran de todas partes y se prestasen a tus prostituciones. (Ezequiel 16, 33)

  • Los hijos de Arvad con su armada guarnecían por todas partes tus murallas y hacían guardia ante tus torres; alrededor de tus murallas colgaban sus escudos y te daban más esplendor. (Ezequiel 27, 11)

  • Su ramaje era hermoso, abundante su fruto, había en él comida para todos; a su sombra se cobijaban las bestias de los campos, en sus ramas hacían nidos los pájaros del cielo y de él se alimentaba todo ser viviente. (Daniel 4, 9)

  • Aquel año fueron escogidos entre el pueblo y designados jueces dos ancianos de esos a quienes se refiere el Señor cuando dice: "En Babilonia ha surgido la iniquidad de parte de los ancianos y de los jueces que se hacían guías del pueblo". (Daniel 13, 5)

  • Jonás se puso en marcha y se dirigió a Nínive, conforme a la orden del Señor. Nínive era una ciudad extraordinariamente grande; para recorrerla hacían falta tres días. (Jonás 3, 3)

  • Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, tuvo compasión de ellos y no llevó a cabo el mal con el que los había amenazado. (Jonás 3, 10)

  • Porque los que no hacían caso en los primeros días se alegrarán y verán la plomada en manos de Zorobabel". (Zacarías 4, 10)

  • Pero nada respondió a las acusaciones que le hacían los sumos sacerdotes y los ancianos. (Mateo 27, 12)

  • Y le golpeaban la cabeza con una caña, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias. (Marcos 15, 19)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina