Encontrados 112 resultados para: Haga

  • el que tenga el de exhortar, que se dedique a exhortar; el que tiene el de repartir limosna, que reparta con generosidad; el que tiene el de presidir, que presida con seriedad; el que hace obras de misericordia, que las haga con alegría. (Romanos 12, 8)

  • Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa que es sabio según la sabiduría de este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. (I Corintios 3, 18)

  • Si alguno cree que, dada la edad de su novia, debe casarse, y que eso es lo más indicado, que haga lo que quiera; que se case, pues eso no es pecado. (I Corintios 7, 36)

  • ¿Cuándo se ha visto que un militar haga la guerra a sus expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño y no toma leche del rebaño? (I Corintios 9, 7)

  • Que nadie le haga de menos; ayudadle para que continúe el viaje y venga a verme, pues los hermanos y yo estamos esperándole. (I Corintios 16, 11)

  • Y para que no sea orgulloso por la sublimidad de las revelaciones, me han clavado una espina en el cuerpo, un ángel de Satanás, que me abofetea para que no me haga un soberbio. (II Corintios 12, 7)

  • Que en adelante nadie me haga sufrir más, que bastante tengo con llevar marcadas en mi cuerpo las señales de Jesús, el Señor. (Gálatas 6, 17)

  • considerando que el Señor retribuirá a cada uno todo el bien que haga, lo mismo al esclavo que al libre. (Efesios 6, 8)

  • Que el Señor os haga crecer más y más en el amor entre vosotros y para con todos, como nosotros lo tenemos para con vosotros. (I Tesalonicenses 3, 12)

  • En este sentido pedimos sin cesar por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de vuestra vocación y que con su poder lleve a término todos vuestros buenos deseos y la obra de vuestra fe. (II Tesalonicenses 1, 11)

  • Hijo mío, que la gracia de Cristo Jesús te haga fuerte; (II Timoteo 2, 1)

  • Esto es lo que tienes que enseñar, predicar y defender con toda autoridad. Que nadie te haga de menos. (Tito 2, 15)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina