Encontrados 354 resultados para: Jefes

  • Los jefes de los filisteos fueron a verla, y le dijeron: "Sedúcele y averigua de dónde le viene su extraordinaria fuerza y cómo podríamos atarle y reducirle a la impotencia. Te daremos cada uno mil cien monedas de plata". (Jueces 16, 5)

  • Los jefes de los filisteos le llevaron las siete cuerdas humedecidas, sin secar, y Dalila lo ató con ellas. (Jueces 16, 8)

  • Dalila comprendió entonces que le había dicho la verdad. Y mandó llamar a los jefes de los filisteos, diciendo: "Subid, porque esta vez me ha dicho la verdad". Y los jefes de los filisteos fueron con el dinero en la mano. (Jueces 16, 18)

  • Los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y celebrar su triunfo; y decían: "Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo". (Jueces 16, 23)

  • El edificio estaba lleno de hombres y de mujeres. Estaban todos los jefes de los filisteos, y en la parte de arriba había unos tres mil hombres y mujeres viendo cómo se divertían con Sansón. (Jueces 16, 27)

  • Y gritó: "Muera yo con los filisteos". Se agarró con todas sus fuerzas, y el edificio se derrumbó sobre los jefes y sobre todo el pueblo que estaba allí. Fueron más los que mató al morir que los que había matado durante su vida. (Jueces 16, 30)

  • Los jefes de todo el pueblo, todas las tribus de Israel, asistieron a la asamblea del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sabían manejar la espada. (Jueces 20, 2)

  • Convocaron a todos los jefes filisteos, y les preguntaron: "¿Qué haremos con el arca del Dios de Israel?". Ellos respondieron: "Llevadla a Gat". Y allí la llevaron. (I Samuel 5, 8)

  • Entonces convocaron a los jefes filisteos y les dijeron: "Llevaos de aquí el arca del Dios de Israel; que vuelva a su lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo". Pues había un pánico mortal en toda la ciudad, porque la mano de Dios había descargado allí duramente. (I Samuel 5, 11)

  • Ellos preguntaron: "¿Cuál debe ser esa ofrenda de reconciliación?". Respondieron: "Cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, una por cada jefe filisteo, porque la plaga fue la misma para vosotros y para vuestros jefes. (I Samuel 6, 4)

  • Las vacas se fueron por el camino de Bet Semes y continuaron por él mugiendo, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. Los jefes filisteos las siguieron hasta el territorio de Bet Semes. (I Samuel 6, 12)

  • Los cinco jefes filisteos, después de ver aquello, se volvieron aquel mismo día a Ecrón. (I Samuel 6, 16)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina