Encontrados 897 resultados para: Jesús

  • Yo sé, y estoy convencido en Jesús, el Señor, de que de suyo no hay nada impuro; pero si alguno piensa que alguna cosa es impura, para él es impura. (Romanos 14, 14)

  • de ser ministro de Cristo Jesús entre los paganos; mi tarea sagrada consiste en anunciar el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los paganos sea agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo. (Romanos 15, 16)

  • Como creyente en Cristo Jesús, tengo motivos para estar orgulloso de mi servicio a Dios. (Romanos 15, 17)

  • Saludad a Prisca y a Áquila, mis colaboradores en la obra de Cristo Jesús, (Romanos 16, 3)

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio y llamada de Dios, y el hermano Sóstenes, (I Corintios 1, 1)

  • a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, llamados y consagrados, con todos los que invocan en cualquier lugar el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro; (I Corintios 1, 2)

  • Por medio de Cristo Jesús os ha enriquecido en todo, en el saber y en el hablar. (I Corintios 1, 5)

  • Por él vosotros estáis en Cristo Jesús, el cual de parte de Dios se ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención, (I Corintios 1, 30)

  • Porque aunque tuvierais diez mil pedagogos que os hablen de Cristo, no tendríais muchos padres, pues por medio del evangelio yo os he engendrado en Cristo Jesús. (I Corintios 4, 15)

  • Por esto os he enviado a Timoteo, hijo mío muy querido y fiel en el Señor, quien os recordará mis normas de conducta en Cristo Jesús y lo que enseño por doquier en todas las iglesias. (I Corintios 4, 17)

  • que congregados en nombre de nuestro Señor Jesucristo, vosotros y mi espíritu, y con el poder de Jesús, Señor nuestro, este tal (I Corintios 5, 4)

  • ¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿Es que no he visto a Jesús, Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? (I Corintios 9, 1)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina