Encontrados 1205 resultados para: Jonatán ayuda a David

  • Éstos, encolerizados contra Jeremías, lo golpearon y lo encerraron en casa del secretario Jonatán, la cual había sido convertida en cárcel. (Jeremías 37, 15)

  • Ahora, pues, por favor, escucha, oh rey, mi señor: Dígnate acoger mi súplica y no me vuelvas a mandar a la casa del secretario Jonatán, para que no muera yo allí". (Jeremías 37, 20)

  • les dirás: Yo sólo he suplicado humildemente al rey que no me haga volver a casa de Jonatán a morir allí". (Jeremías 38, 26)

  • Yo les suscitaré un pastor que las apaciente, mi siervo David. Él las conducirá al pasto y será su pastor. (Ezequiel 34, 23)

  • Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos: Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 34, 24)

  • Reinará sobre ellos mi siervo David. Todos ellos tendrán un solo pastor y caminarán por la senda de mis mandamientos, guardando mis leyes y poniéndolas en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos siempre. David, mi siervo, será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días; pero Miguel, uno de los primeros príncipes, ha venido en mi ayuda; le he dejado allí junto al rey de Persia. (Daniel 10, 13)

  • Sin embargo, te comunicaré lo que está consignado en el libro de la verdad. Nadie me presta ayuda contra ellos, excepto Miguel, vuestro príncipe". (Daniel 10, 21)

  • Y cuando caigan, pocos vendrán en su ayuda, porque los más les brindarán una traidora compañía. (Daniel 11, 34)

  • Y con la ayuda de este dios extraño construirá fortalezas; a los que le reconozcan los colmará de honores, les dará el mando de muchos y repartirá entre ellos el país como recompensa. (Daniel 11, 39)

  • Después los israelitas volverán a buscar al Señor, su Dios, y a David, su rey, y acudirán con temor al Señor y a sus bienes en el tiempo futuro. (Oseas 3, 5)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina