Encontrados 48 resultados para: Lágrimas

  • y se apresten a entonar una elegía sobre nosotros. Destilen nuestros ojos lágrimas, derramen llanto nuestros párpados. (Jeremías 9, 17)

  • Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio. (Jeremías 13, 17)

  • Tú les dirás estas palabras: "Mis ojos se derriten en lágrimas noche y día sin descanso, por el gran desastre que quebranta a la virgen, hija de mi pueblo, por su gravísima herida. (Jeremías 14, 17)

  • Entre lágrimas habían partido, entre consuelos los devuelvo junto a los arroyos de las aguas, por un camino llano, donde no dan traspiés. Pues soy un padre para Israel, Efraín es mi primogénito. (Jeremías 31, 9)

  • Llora a raudales en la noche y las lágrimas surcan sus mejillas. Nadie hay que la consuele entre todos sus amantes; la han traicionado todos sus aliados, se le han vuelto enemigos. (Lamentaciones 1, 2)

  • Por todo estoy llorando, se derriten en lágrimas mis ojos, porque está lejos de mí el consolador, que me devuelva la vida. Mis hijos están desolados, porque ha triunfado el enemigo. (Lamentaciones 1, 16)

  • Mis ojos están en lágrimas sumidos, mis entrañas se estremecen; mi hiel por tierra derramada, por la caída de la hija de mi pueblo, cuando desfallecían niños y lactantes en las plazas de la ciudad. (Lamentaciones 2, 11)

  • Arroyos de lágrimas fluyen de mis ojos por la ruina de la hija de mi pueblo. (Lamentaciones 3, 48)

  • "Hijo de hombre, mira, voy a quitarte, de improviso, la delicia de tus ojos; pero tú no te lamentes, no llores, no dejes correr tus lágrimas. (Ezequiel 24, 16)

  • Por tu causa se raparán el pelo, se vestirán de saco, por ti derramarán, en la amargura de su alma, lágrimas angustiosas. (Ezequiel 27, 31)

  • Otra cosa hacéis también vosotros: cubrís de lágrimas, de llantos y gemidos el altar del Señor porque él no acepta ya vuestras ofrendas ni recibe con agrado lo que presentan vuestras manos. (Malaquías 2, 13)

  • se puso detrás de él a sus pies, y, llorando, comenzó a regarlos con sus lágrimas y a enjugarlos con los cabellos de su cabeza, los besaba y ungía con el perfume. (Lucas 7, 38)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina