Encontrados 174 resultados para: Llevó

  • Nebuzardán, jefe de la escolta, los hizo prisioneros y los llevó a Ribla ante el rey de Babilonia. (Jeremías 52, 26)

  • y se llevó a los hijos preferidos de la viuda y la dejó desolada, privada de sus hijas. (Baruc 4, 16)

  • Alargó una especie de mano, me agarró por los cabellos y el espíritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que da al norte, allí donde estaba situado el ídolo que provoca los celos. (Ezequiel 8, 3)

  • Después me llevó a la entrada del atrio. Miré y vi en la pared un agujero. (Ezequiel 8, 7)

  • Y me llevó a la entrada del pórtico del templo que da al norte: allí estaban unas mujeres sentadas plañiendo a Tamuz. (Ezequiel 8, 14)

  • Y me llevó al atrio interior del templo del Señor. A la entrada del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, veinticinco hombres, vueltas sus espaldas al santuario del Señor y sus rostros a oriente, se postraban hacia oriente ante el sol. (Ezequiel 8, 16)

  • Después el espíritu me elevó y me llevó a la puerta oriental del templo del Señor, que da a levante; allí, en la entrada de la puerta, estaban veinticinco hombres, entre los cuales vi a Yazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Banayas, jefes del pueblo. (Ezequiel 11, 1)

  • Entonces el espíritu se levantó y me llevó en visión, en el espíritu de Dios, a Caldea, donde los deportados. Después desapareció de mí la visión que había contemplado. (Ezequiel 11, 24)

  • arrancó la punta de sus ramas, la llevó al país de los mercaderes y la puso en una ciudad de comerciantes. (Ezequiel 17, 4)

  • "Di a esta raza rebelde: ¿No sabéis lo que significa todo esto? Diles: Mirad, el rey de Babilonia llegó a Jerusalén, tomó a su rey y a sus príncipes y los llevó a Babilonia. (Ezequiel 17, 12)

  • Después escogió uno de estirpe real e hizo con él un pacto. Le obligó bajo juramento y se llevó a los magnates del país, (Ezequiel 17, 13)

  • El año veinticinco de nuestro destierro, al comienzo del año, el día diez del mes, catorce años después de la caída de la ciudad, aquel día el Señor puso su mano sobre mí y me llevó, (Ezequiel 40, 1)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina