Encontrados 208 resultados para: Mira

  • Mira, hijo de hombre, te van a echar cuerdas con las que serás atado y no podrás presentarte en medio de ellos. (Ezequiel 3, 25)

  • Mira; yo te amarro con cuerdas, de suerte que no te puedas dar la vuelta de un lado al otro hasta que no hayas cumplido los días de tu asedio. (Ezequiel 4, 8)

  • "¡Ah, Señor Dios -exclamé yo-, mira que yo no me he manchado jamás, no he comido desde mi adolescencia hasta ahora bestia muerta ni despezada, ni jamás carne inmunda entró en mi boca!". (Ezequiel 4, 14)

  • Y añadió: "Hijo de hombre, mira, voy a retirar a Jerusalén los víveres: comerán el pan a peso y con ansiedad, y beberán el agua a medida y con angustia, (Ezequiel 4, 16)

  • Y me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre? ¿Acaso no le basta al pueblo de Judá cometer las acciones nefastas que cometen aquí, para que llenen también el país de violencia, hasta el punto de provocar aún mi cólera? Mira cómo se llevan el ramo a las narices. (Ezequiel 8, 17)

  • Dirás al bosque del Negueb: Escucha la palabra del Señor: Esto dice el Señor: Mira que yo voy a prenderte fuego, que devorará todos los árboles verdes lo mismo que los secos. La llama devoradora no se apagará y arderá todo en el Negueb de sur a norte. (Ezequiel 21, 3)

  • Mira, yo bato mis palmas por tus actos de pillaje y por la sangre que corre en medio de ti. (Ezequiel 22, 13)

  • "Hijo de hombre, mira, voy a quitarte, de improviso, la delicia de tus ojos; pero tú no te lamentes, no llores, no dejes correr tus lágrimas. (Ezequiel 24, 16)

  • Por tanto, esto dice el Señor Dios: Mira, yo haré venir contra ti la espada y exterminaré de ti hombres y animales. (Ezequiel 29, 8)

  • Aquel personaje me dijo: "Hijo de hombre, mira bien, escucha atentamente y fíjate en todo lo que te voy a mostrar. Has sido traído para que yo te lo muestre y comuniques luego a la casa de Israel cuanto yo te enseñe". (Ezequiel 40, 4)

  • Fue después al pórtico que mira hacia oriente, subió sus gradas y midió el umbral del pórtico: una vara de profundidad. (Ezequiel 40, 6)

  • Después me llevó al pórtico que mira al este, y lo midió. Tenía las mismas dimensiones de los otros. (Ezequiel 40, 32)


“E’ na dor que o amor se torna mais forte.” São Padre Pio de Pietrelcina