Encontrados 38 resultados para: Muera

  • Los gabaonitas le respondieron: "No se trata de una cuestión de plata o de oro con Saúl y su familia, ni queremos que nadie muera en Israel". David dijo: "Haré por vosotros lo que me digáis". (II Samuel 21, 4)

  • Después de sepultarlo, dijo a sus hijos: "Cuando yo me muera, me enterraréis en la sepultura en que el hombre de Dios está enterrado; poned mis huesos junto a los suyos, (I Reyes 13, 31)

  • Al que de la casa de Jeroboán muera en la ciudad lo comerán los perros; al que muera en el campo lo comerán las aves del cielo. Porque así lo ha dicho el Señor. (I Reyes 14, 11)

  • Al que de Basá muera en la ciudad lo comerán los perros, y al que muera en el campo lo comerán las aves del cielo". (I Reyes 16, 4)

  • Al que de Ajab muera en la ciudad le comerán los perros, y al que muera en el campo le comerán las aves del cielo". (I Reyes 21, 24)

  • Y el Señor decía: ¿Quién seducirá a Ajab, para que vaya y muera en Ramot de Galaad? Y uno proponía una cosa y otro otra. (I Reyes 22, 20)

  • Y el Señor decía: ¿Quién seducirá a Ajab, rey de Israel, para que vaya y muera en Ramot de Galaad? Y uno proponía una cosa y otro otra. (II Crónicas 18, 19)

  • Llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Cuando muera, dame una sepultura digna. Honra a tu madre y no la abandones nunca. Haz lo que le agrade y nunca la entristezcas con tu conducta. (Tobías 4, 3)

  • Acuérdate, hijo mío, de los peligros a que estuvo expuesta cuando te llevaba en su seno. Cuando muera, entiérrala junto a mí, en la misma tumba. (Tobías 4, 4)

  • Ragüel se levantó temprano, llamó a sus criados y cavaron una fosa. Se dijo: "No sea que muera, y seamos objeto de burla e irrisión". (Tobías 8, 10)

  • ¿Qué ganas tú con que yo muera, con que baje a la tumba? ¿Es que puede alabarte el polvo o proclamar tu verdad? (Salmos 30, 10)

  • pues, cuando muera, no ha de llevarse nada, su hacienda no bajará con él. (Salmos 49, 18)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina