Encontrados 44 resultados para: Nicanor

  • Nicanor se proponía obtener sesenta y ocho mil kilos de plata con la venta de esclavos judíos, para pagar el tributo debido por el rey a los romanos. (II Macabeos 8, 10)

  • Judas se enteró de la marcha de Nicanor y comunicó a los suyos la venida de aquel ejército. (II Macabeos 8, 12)

  • Otros, en cambio, vendían lo que les quedaba y suplicaban a Dios que los librara del malvado Nicanor, que los había vendido antes de llegar. (II Macabeos 8, 14)

  • Mandó a Eleazar leer el libro sagrado, y dando como contraseña "Dios ayuda", él mismo se puso al frente del primer escuadrón y cayó sobre Nicanor. (II Macabeos 8, 23)

  • Y con la ayuda del todopoderoso degollaron a más de nueve mil enemigos, hirieron y dejaron fuera de combate a la mayor parte del ejército de Nicanor, y a todos los pusieron en fuga. (II Macabeos 8, 24)

  • Y el tres veces criminal Nicanor, que había traído miles de negociantes para comprar a los judíos, (II Macabeos 8, 34)

  • Al llegar a Ecbatana, tuvo noticia de lo sucedido a Nicanor y a Timoteo. (II Macabeos 9, 3)

  • Pero los jefes de las diversas regiones, Timoteo y Apolonio, hijo éste de Genneo, así como Jerónimo y Demofón, además de Nicanor, jefe de los chipriotas, no los dejaban gozar de paz y de reposo. (II Macabeos 12, 2)

  • Éste eligió inmediatamente a Nicanor, antiguo jefe de la sección de elefantes, lo nombró general en Judea (II Macabeos 14, 12)

  • Los gentiles, que habían huido de Judea por temor a Judas, se agregaron en grandes grupos a Nicanor, pensando que las desgracias y las desventuras de los judíos serían su propia fortuna. (II Macabeos 14, 14)

  • Cuando los judíos se enteraron de la venida de Nicanor y de la invasión de los gentiles, se cubrieron de polvo y oraron a Dios, que había establecido su pueblo para siempre y protegido constantemente su heredad con milagros manifiestos. (II Macabeos 14, 15)

  • Simón, hermano de Judas, atacaba a Nicanor; pero sus tropas dudaron un momento, estupefactas por la repentina llegada de enemigos. (II Macabeos 14, 17)


“Seria mais fácil a Terra existir sem o sol do que sem a santa Missa!” São Padre Pio de Pietrelcina