Encontrados 286 resultados para: Obras

  • recubiertos están de láminas de plata importada de Tarsis, y de oro de Ofir, trabajo de escultor, de manos de un orfebre; vestidos de púrpura violeta y escarlata, todos ellos son sólo obras de artífices. (Jeremías 10, 9)

  • Son cosas vanas, obras ridículas; en el tiempo del castigo desaparecerán. (Jeremías 10, 15)

  • Yo, el Señor, escruto el corazón, sondeo las entrañas para dar a cada cual según su conducta, según el fruto de sus obras. (Jeremías 17, 10)

  • Yo os castigaré como lo merecen vuestras obras -dice el Señor-; prenderé fuego a su bosque, y devorará todos sus alrededores". (Jeremías 21, 14)

  • No corráis en pos de dioses extraños para servirlos y adorarlos; no provoquéis mi cólera con las obras de vuestras manos, y yo no os haré ningún mal. (Jeremías 25, 6)

  • Pero no me habéis escuchado -dice el Señor-, sino que me habéis irritado con las obras de vuestras manos para desgracia vuestra. (Jeremías 25, 7)

  • Ellas serán subyugadas por naciones poderosas y reyes poderosos, y yo les pagaré según sus actos y según las obras de sus manos". (Jeremías 25, 14)

  • grande en tus consejos, poderoso en tus obras. Tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los humanos para retribuir a cada uno según su conducta y según el fruto de sus obras. (Jeremías 32, 19)

  • Porque el pueblo de Israel y el pueblo de Judá tan sólo han hecho desde su juventud lo que me desagrada; sí, los israelitas no han hecho más que irritarme con las obras de sus manos -dice el Señor-. (Jeremías 32, 30)

  • porque me irritáis con las obras de vuestras manos, quemando incienso a dioses extraños en Egipto, adonde habéis venido a vivir, fraguando así vuestro exterminio y convirtiéndoos en maldición y oprobio ante todas las naciones de la tierra. (Jeremías 44, 8)

  • Sí, por haber confiado en tus obras y tesoros, también tú serás tomada. Camós irá al destierro junto con sus sacerdotes y sus príncipes. (Jeremías 48, 7)

  • Conozco bien su arrogancia -dice el Señor-: la inconsistencia de su palabrería, la inconsistencia de sus obras. (Jeremías 48, 30)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina