Encontrados 1447 resultados para: Padre Nuestro

  • Y todo lo que hagáis o digáis, hacedlo en nombre de Jesús, el Señor, dando gracias a Dios Padre por medio de él. (Colosenses 3, 17)

  • Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor. (I Tesalonicenses 1, 1)

  • Sin cesar presentamos a Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, la eficacia de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (I Tesalonicenses 1, 3)

  • Porque nuestro mensaje evangélico no os fue transmitido solamente con palabras, sino también con obras portentosas bajo la acción del Espíritu Santo y, por parte nuestra, con una profunda entrega. En efecto, vosotros sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. (I Tesalonicenses 1, 5)

  • Bien sabéis que hemos sido para cada uno de vosotros como un padre para sus hijos; (I Tesalonicenses 2, 11)

  • Y es que, ¿quién es en verdad nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra corona de gloria delante de nuestro Señor Jesucristo en el día de su venida? ¿Quién sino vosotros? (I Tesalonicenses 2, 19)

  • Sí, ciertamente, vosotros sois nuestra corona y nuestro gozo. (I Tesalonicenses 2, 20)

  • y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios en el evangelio de Cristo, con la misión de confortaros y alentaros en vuestra fe, (I Tesalonicenses 3, 2)

  • Por esto, no pudiendo resistir ya más, le envié para que me informara de vuestra fe; no fuera que os hubiese tentado ya Satanás y hubiera resultado estéril nuestro trabajo. (I Tesalonicenses 3, 5)

  • ¿Cómo podremos agradecer a Dios todo este gozo que nos habéis proporcionado ante nuestro Dios? (I Tesalonicenses 3, 9)

  • Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo me encaminen felizmente hacia vosotros. (I Tesalonicenses 3, 11)

  • Que él fortalezca vuestros corazones en una santidad sin tacha ante Dios, nuestro Padre, para cuando venga Jesús, nuestro Señor, con todos los suyos. (I Tesalonicenses 3, 13)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina