Encontrados 473 resultados para: Padres

  • Como juzgué a vuestros padres en el desierto de Egipto, así os juzgaré a vosotros, dice el Señor Dios. (Ezequiel 20, 36)

  • Y sabréis que yo soy el Señor, cuando os haya reintegrado a la tierra de Israel, al país que juré, mano en alto, dar a vuestros padres. (Ezequiel 20, 42)

  • Habitaréis entonces en la tierra que di a vuestros padres, seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. (Ezequiel 36, 28)

  • Habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos siempre. David, mi siervo, será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • Recibiréis cada uno por igual la parte que os toca del territorio que yo, mano en alto, juré dar a vuestros padres; esta tierra será vuestra heredad. (Ezequiel 47, 14)

  • A ti, oh Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias, porque me has dado sabiduría y fuerza, me has manifestado lo que habíamos pedido y nos has dado a conocer el secreto del rey". (Daniel 2, 23)

  • "Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres; que tu nombre sea glorificado por los siglos. (Daniel 3, 26)

  • Tú has ejecutado sentencias justas en todos los males que nos has mandado a nosotros y a la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén; pues tú nos has tratado así conforme a la verdad y la justicia, a causa de nuestros pecados. (Daniel 3, 28)

  • "Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, alabado y ensalzado eternamente. Bendito sea tu nombre santo y glorioso, alabado y ensalzado eternamente. (Daniel 3, 52)

  • No hemos escuchado a los profetas, tus siervos, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país. (Daniel 9, 6)

  • Señor, a nosotros la vergüenza, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. (Daniel 9, 8)

  • Señor, movido por tu misma justicia, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, que es tu ciudad, tu santo monte; pues a causa de nuestros pecados y de las injusticias de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo se han hecho el escarnio de todas las gentes circundantes. (Daniel 9, 16)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina