Encontrados 36 resultados para: Pena

  • Cuando el Señor haya lavado la mancha de las hijas de Sión y haya limpiado a Jerusalén de la sangre en ella derramada, cuando dicte la sentencia y ejecute la pena, (Isaías 4, 4)

  • ¡Ay de aquellos que tiran del castigo con las cuerdas de la injusticia, y de la pena del pecado como con cuerda de carreta; (Isaías 5, 18)

  • Cada uno será como un refugio contra el viento y un abrigo contra la tempestad; como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra ardiente. (Isaías 32, 2)

  • Por él volverán los liberados del Señor, llegarán a Sión entre gritos de júbilo, una alegría eterna transformará su rostro; júbilo y alborozo les acompañarán, pena y llanto habrán huido. (Isaías 35, 10)

  • No han padecido sed los que él ha guiado a través del desierto; agua de la roca ha hecho brotar para ellos, ha rajado la peña y ha manado agua. (Isaías 48, 21)

  • Esto dice el Señor: Deja de lamentarte, seca el llanto de tus ojos, porque hay compensación para tu pena: volverán del país enemigo. (Jeremías 31, 16)

  • Los caminos de Sión están en duelo, pues nadie ya viene a sus fiestas; todas sus puertas asoladas, gimiendo sus sacerdotes, sus doncellas en pena, toda, ay, repleta de amargura. (Lamentaciones 1, 4)

  • Ambos sufrirán la pena de su maldad; el castigo del que consulta será semejante al del profeta, (Ezequiel 14, 10)

  • Efraín ha sido para el Señor motivo de amarga pena; el Señor hará recaer sobre él la sangre derramada, el Señor le devolverá su propio ultraje. (Oseas 12, 15)

  • Y si vale la pena que vaya también yo, iremos juntos. (I Corintios 16, 4)

  • como a Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, que, al igual que aquéllas, se dedicaron a la lujuria y la homosexualidad y quedaron como ejemplo, sujetas a la pena del fuego eterno. (Judas 1, 7)

  • Enjugará las lágrimas de sus ojos y no habrá más muerte, ni luto, ni llanto, ni pena, porque el primer mundo ha desaparecido". (Apocalipsis 21, 4)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina