Encontrados 43 resultados para: Ramas

  • que sólo quedan rastrojos; o como cuando se varean las olivas; sólo dos o tres aceitunas en la copa, cuatro o cinco en las ramas del árbol -oráculo del Señor, Dios de Israel-. (Isaías 17, 6)

  • como el fuego inflama las ramas secas, como el fuego hace hervir el agua, para manifestar tu nombre a tus enemigos y hacer temblar a las naciones ante ti, (Isaías 64, 1)

  • arrancó la punta de sus ramas, la llevó al país de los mercaderes y la puso en una ciudad de comerciantes. (Ezequiel 17, 4)

  • y germinó y se hizo una vid desbordante, de poca altura; sus sarmientos tiraban hacia el águila y sus raíces estaban bajo ella. Se hizo una vid, echó ramas, multiplicó los sarmientos. (Ezequiel 17, 6)

  • Esto dice el Señor Dios: "También yo tomaré la copa de un alto cedro y la plantaré; de la punta de sus ramas tomaré un ramo y lo plantaré yo mismo en un monte muy alto, (Ezequiel 17, 22)

  • en el monte sublime de Israel lo plantaré; echará ramas y dará frutos y se hará un magnífico cedro. Bajo él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morará a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)

  • Tu madre era como una vid plantada junto a las aguas, exuberante de frutos y ramas por la abundancia de agua. (Ezequiel 19, 10)

  • Ha salido fuego de su tronco que devoró ramas y frutos. No ha quedado ni un solo ramo fuerte, ni un cetro real". (Ezequiel 19, 14)

  • Así aquel cedro superó en altura a todos los árboles del campo; crecieron sus ramas sin cuento, su ramaje se alargaba por la abundancia de agua que junto a él corría. (Ezequiel 31, 5)

  • En sus ramas anidaban todas las aves del cielo, bajo su fronda parían todos los animales del campo, a su sombra se sentaban gentes de todas las razas. (Ezequiel 31, 6)

  • Yo le había hecho hermoso por la abundancia de sus ramas; todos los árboles de Edén, que había en el jardín de Dios, le tenían envidia. (Ezequiel 31, 9)

  • Un pueblo extranjero, el más feroz de las naciones, lo ha talado y derribado; en los montes y por todos los valles han caído sus ramas, y su fronda yace destrozada por todos los barrancos del país. Todos los pueblos de la tierra se han retirado de su sombra y lo han abandonado. (Ezequiel 31, 12)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina