Encontrados 402 resultados para: Reino

  • Entre todos mis hijos, pues el Señor me ha dado muchos, ha elegido a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino del Señor sobre Israel. (I Crónicas 28, 5)

  • Afirmaré su reino para siempre, si sigue practicando con la firmeza de hoy mis mandamientos y preceptos. (I Crónicas 28, 7)

  • Tuya es, Señor, la grandeza, el poder, el honor, la majestad y la gloria, pues todo cuanto hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo, Señor, es el reino, porque te alzas soberanamente sobre todo. (I Crónicas 29, 11)

  • Reinó cuarenta años: siete en Hebrón, y treinta y tres años en Jerusalén. (I Crónicas 29, 27)

  • Salomón salió de Gabaón, de la tienda de la reunión, y regresó a Jerusalén, donde reinó sobre Israel. (II Crónicas 1, 13)

  • yo consolidaré el trono de tu reino como se lo prometí a tu padre David cuando le dije: No te faltará un varón sobre el trono de Israel. (II Crónicas 7, 18)

  • Con las maderas el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Nunca se había visto una madera igual en el reino de Judá. (II Crónicas 9, 11)

  • y doce leones a ambos lados de las gradas. Nunca se había hecho cosa semejante en reino alguno. (II Crónicas 9, 19)

  • Salomón reinó cuarenta años en Jerusalén sobre todo Israel. (II Crónicas 9, 30)

  • Roboán llegó a Jerusalén y convocó a la casa de Judá y de Benjamín: 180.000 hombres de guerra, para luchar contra Israel y recuperar el reino. (II Crónicas 11, 1)

  • De esta manera consolidaron el reino de Judá y reforzaron a Roboán, hijo de Salomón, los tres años que éste siguió el camino de David y Salomón. (II Crónicas 11, 17)

  • Cuando Roboán se consolidó en el reino y se sintió fuerte, abandonó la ley del Señor, y con él todo Israel. (II Crónicas 12, 1)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina