Encontrados 213 resultados para: Santuario

  • Dio esplendor a las fiestas y belleza perfecta a las solemnidades, haciendo alabar el santo nombre del Señor y resonar el santuario desde el alba. (Eclesiástico 47, 10)

  • Salomón, que reinó en tiempos de paz. Dios le dio paz con sus vecinos para que levantase un templo a su nombre y le preparase un santuario eterno. (Eclesiástico 47, 13)

  • Así también Jesús, hijo de Josedec, los cuales en sus días reedificaron la casa y levantaron un santuario consagrado al Señor, destinado a una gloria eterna. (Eclesiástico 49, 12)

  • Simón, hijo de Onías, el sumo sacerdote, fue el que durante su vida reparó el templo, y en sus días fue consolidado el santuario. (Eclesiástico 50, 1)

  • ¡Qué majestuoso era cuando el pueblo lo rodeaba al salir de entre los velos del santuario! (Eclesiástico 50, 5)

  • Cuando se ponía las vestiduras de fiesta y se vestía con ropas suntuosas, subía al altar santo y hacía resplandecer el ámbito del santuario. (Eclesiástico 50, 11)

  • tus jefes han profanado el santuario, por eso he entregado a Jaco al exterminio, y a Israel a los ultrajes. (Isaías 43, 28)

  • A ti vendrá la gloria del Líbano, con el ciprés, el olmo y el abeto para adornar el lugar de mi santuario y honrar el lugar donde resido. (Isaías 60, 13)

  • sino que comerán lo que cosechen y alabarán al Señor, y los vendimiadores beberán en el atrio de mi santuario. (Isaías 62, 9)

  • ¿Por qué han invadido los tiranos tu templo, y nuestros agresores han pisoteado tu santuario? (Isaías 63, 18)

  • Estamos avergonzados escuchando insultos; la vergüenza ha cubierto nuestros rostros, porque han entrado extranjeros en el santuario del templo del Señor. (Jeremías 51, 51)

  • El opresor ha alargado su mano a todos sus tesoros; ella ha visto a los gentiles penetrar en su santuario, a quienes tú habías prohibido entrar en tu comunidad. (Lamentaciones 1, 10)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina