Encontrados 115 resultados para: Tobías y Sara

  • Edna, su mujer, y Sara, su hija, también lloraban. (Tobías 7, 7)

  • Se lavaron y se sentaron a la mesa. Tobías dijo a Rafael: "Hermano Azarías, di a Ragüel que me dé a mi pariente Sara por esposa". (Tobías 7, 9)

  • Ragüel lo oyó y dijo al joven: "Come y bebe y pasa alegre la noche, pues nadie tiene el derecho que tú de casarte con mi hija Sara. Además yo no puedo darla a otro que no seas tú, pues eres mi pariente más cercano. Pero debo decirte toda la verdad: (Tobías 7, 10)

  • Tobías respondió: "No comeré ni beberé hasta que no te hayas decidido a ello". Ragüel dijo: "Bien, te la doy por esposa conforme a lo prescrito en la ley de Moisés, pues así estaba determinado por el cielo. Hazte cargo de ella. Desde ahora tú serás su esposo, y ella tu esposa será tuya para siempre. Que el Señor del cielo os asista esta noche y os conceda su amor y su paz". (Tobías 7, 12)

  • Ragüel llamó a su hija Sara, la cogió de la mano y se la dio a Tobías, diciéndole: "Hazte cargo de ella, conforme a la ley y lo que está mandado en el libro de Moisés, y llévala a casa de tu padre. Que el Dios del cielo os guíe en paz". (Tobías 7, 13)

  • Luego dijo a la madre que trajera un papel, en el que escribieron el contrato matrimonial, es decir, que daba a su hija por mujer a Tobías según lo prescrito en la ley de Moisés. Y lo selló. Después se pusieron a comer y beber. (Tobías 7, 14)

  • Ragüel dijo a su esposa Edna: "Mujer, prepara otro dormitorio y lleva allí a Sara". (Tobías 7, 15)

  • Tobías recordó entonces las palabras de Rafael. Sacó de su talega el hígado y el corazón del pez y los echó en el brasero del incienso. (Tobías 8, 2)

  • Habían salido todos, y la puerta del dormitorio estaba ya cerrada. Tobías se levantó y le dijo a Sara: "Levántate, mujer; recemos y supliquemos a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja". (Tobías 8, 4)

  • Ella se levantó, y rezaron y suplicaron al Señor que los protegiera. Tobías rezó así: "Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre para siempre. Que los cielos y todas las criaturas te bendigan por los siglos. (Tobías 8, 5)

  • Luego llamó a Tobías y le dijo: "Tienes que quedarte aquí dos semanas comiendo y bebiendo en mi casa y alegrando a mi hija, que tanto ha sufrido. (Tobías 8, 20)

  • Luego tomarás la mitad de mis bienes y te irás feliz a casa de tus padres; heredarás la otra mitad cuando hayamos muerto mi mujer y yo. Ánimo, hijo, que soy ya para siempre tu padre y Edna tu madre, como lo somos de tu mujer Sara. Ánimo, hijo". (Tobías 8, 21)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina