Encontrados 61 resultados para: Venid

  • Ismael, hijo de Netanías, salió de Mispá a su encuentro, llorando todo el camino, y, al llegar a su encuentro, les dijo: "Venid donde Godolías, hijo de Ajicán". (Jeremías 41, 6)

  • Preguntarán por el camino hacia Sión y hacia allí dirigirán su rostro: "¡Venid, unámonos al Señor con una alianza eterna, que no se olvide más!". (Jeremías 50, 5)

  • Venid de todas partes contra ella, abrid sus graneros, amontonad el botín como haces y destruidlo; que no quede nada de ella. (Jeremías 50, 26)

  • El Señor ha hecho resplandecer nuestra justicia; venid, cantemos en Sión la obra del Señor, nuestro Dios. (Jeremías 51, 10)

  • En cuanto a ti, hijo de hombre, esto dice el Señor Dios: Di a las aves de todas clases y a todas las bestias salvajes: Reuníos y venid; reuníos de todas partes en torno al sacrificio inmenso sobre los montes de Israel. Comeréis carne y beberéis sangre. (Ezequiel 39, 17)

  • Después Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: "¡Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios altísimo, salid fuera y venid aquí!". Sidrac, Misac y Abdénago salieron del fuego. (Daniel 3, 93)

  • Venid, volvamos al Señor: él ha desgarrado, él nos curará; él ha herido, él nos vendará. (Oseas 6, 1)

  • Vestíos de luto; lamentaos, sacerdotes; lanzad gritos, ministros del altar; venid, pasad la noche en sacos, ministros de mi Dios, porque la casa de vuestro Dios se ha quedado sin sacrificio y sin ofrenda. (Joel 1, 13)

  • Aprisa; venid todos vosotros, pueblos circundantes, y reuníos allá. Señor, haz bajar a tus valientes. (Joel 4, 11)

  • Meted la hoz, porque la mies está madura; venid, pisad, porque el lagar está lleno, las cubas rebosan, ¡tan grande es su maldad! (Joel 4, 13)

  • acudirán numerosas naciones y dirán: "Venid, subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob; él nos enseñará sus caminos, y nosotros seguiremos sus senderos". Pues la ley saldrá de Sión, y la palabra de Dios de Jerusalén. (Miqueas 4, 2)

  • Y les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres". (Mateo 4, 19)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina