Encontrados 63 resultados para: alabanza y adoración

  • Pues como la tierra echa sus brotes, como un huerto hace brotar lo sembrado, así el Señor Dios hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones. (Isaías 61, 11)

  • Y allí resonarán los cantos de alabanza y los gritos de alegría. Los multiplicaré y ya no menguarán, los ensalzaré en lugar de humillarlos. (Jeremías 30, 19)

  • Y todo ello me granjeará renombre, gozo, alabanza y gloria entre las naciones de la tierra que, al conocer todo el bien que yo he hecho a los míos, quedarán maravillados y admirados por todos los bienes, por toda la prosperidad que yo les concederé". (Jeremías 33, 9)

  • cuando veáis multitudes delante y detrás de ellos adorándolos, decid interiormente: "A ti sólo se debe adoración, Señor". (Baruc 6, 5)

  • Buscad palabras y volved al Señor. Decidle: Perdona todas nuestras culpas para que recobremos la felicidad y te ofrezcamos en sacrificio palabras de alabanza. (Oseas 14, 3)

  • sino que es judío el que lo es en el interior, y la verdadera circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2, 29)

  • Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca. (I Corintios 4, 5)

  • a fin de que nosotros, los que antes habíamos esperado en Cristo, seamos alabanza de su gloria; (Efesios 1, 12)

  • el cual es garantía de nuestra herencia, para la plena liberación del pueblo de Dios y alabanza de su gloria. (Efesios 1, 14)

  • llenos de frutos de justicia por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. (Filipenses 1, 11)

  • Por él ofrezcamos a Dios sin cesar un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre. (Hebreos 13, 15)

  • para que la pureza de vuestra fe mucho más preciosa que el oro que aunque acrisolado por el fuego se corrompe aparezca digna de alabanza de gloria y de honor cuando tenga lugar la manifestación de Jesucristo, (I Pedro 1, 7)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina