Encontrados 277 resultados para: alianza de los amorreos

  • Todo esto es el libro de la alianza del Dios altísimo, la ley que nos dio Moisés en heredad a la casa de Jacob. (Eclesiástico 24, 23)

  • Acuérdate de los preceptos, y no odies al prójimo; acuérdate de la alianza del altísimo, y pasa por alto la ofensa. (Eclesiástico 28, 7)

  • Hará brillar la doctrina recibida y estará orgulloso de conocer la ley de la alianza del Señor. (Eclesiástico 39, 8)

  • de quebrantar la verdad de Dios y la alianza, de apoyar en la mesa el codo sobre el pan; (Eclesiástico 41, 20)

  • De la ley del altísimo y su alianza, ni de juicio que absuelva al culpable; (Eclesiástico 42, 2)

  • Su descendencia permanecerá fiel a la alianza, y sus hijos por amor de ellos. (Eclesiástico 44, 12)

  • le renovó la bendición de todos los hombres; e hizo reposar sobre la cabeza de Jacob su alianza, lo confirmó en sus bendiciones, le dio el país por herencia, la dividió en porciones y se las repartió a las doce tribus. (Eclesiástico 44, 23)

  • Le hizo oír su voz y lo introdujo en la oscuridad de la nube. Cara a cara le dio sus preceptos, que son ley de vida y de ciencia, para enseñar a Jacob su alianza y a Israel sus decretos. (Eclesiástico 45, 5)

  • Aquel día tus ciudades quedarán desiertas como las de los heveos y amorreos, que fueron abandonadas ante los israelitas; se convertirán en un desierto. (Isaías 17, 9)

  • La tierra ha sido profanada bajo los pies de sus habitantes, porque han transgredido la ley y olvidado el precepto; han roto la alianza eterna. (Isaías 24, 5)

  • Desiertos están los caminos, ya no pasan caminantes; se ha roto la alianza y se han despreciado los testimonios; no se hace caso de nadie. (Isaías 33, 8)

  • Yo, el Señor, te he llamado para la justicia, te he tomado de la mano y te he formado, te he puesto como alianza del pueblo y luz de las naciones, (Isaías 42, 6)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina