Encontrados 72 resultados para: arco y flecha

  • Hizo de mi boca una espada afilada, con la sombra de su mano me guardó; hizo de mí una flecha aguzada, en su aljaba me escondió. (Isaías 49, 2)

  • Tensan su lengua como un arco; la mentira, y no la verdad, prevalece en este país; sí, caminan de delito en delito y no me conocen a mí, dice el Señor. (Jeremías 9, 2)

  • ¡Adelante, caballos! ¡Al asalto, carros! ¡Avanzad, guerreros, los etíopes y libios portadores de escudo, y los lidios, tiradores de arco! (Jeremías 46, 9)

  • Esto dice el Señor omnipotente. Yo rompo el arco de Elán, lo mejor de su fuerza viril. (Jeremías 49, 35)

  • Alineaos en torno a Babilonia todos los que tensáis el arco; tirad contra ella sin ahorrar flechas, porque ha pecado contra el Señor. (Jeremías 50, 14)

  • ¡Convocad contra Babilonia a los arqueros! Vosotros todos, los que tensáis el arco, acampad en torno a ella, que no tenga escape. Pagadle con arreglo a sus obras; todo lo que ella hizo, haced con ella, pues se ha insolentado contra el Señor, contra el Santo de Israel. (Jeremías 50, 29)

  • Empuñan arco y jabalina, son bárbaros e inexorables; su ruido es como el bramido del mar; van a caballo, armado cada uno para la guerra contra Babilonia. (Jeremías 50, 42)

  • ¡No entese el arquero su arco, ni se cubra con su coraza! No perdonéis a sus jóvenes, aniquilad todo su ejército. (Jeremías 51, 3)

  • Ha tensado su arco, cual si fuese enemigo, ha reforzado su diestra, como un adversario ha destrozado todo lo que era agradable a la vista; sobre las tiendas de Sión ha derramado su furor como fuego. (Lamentaciones 2, 4)

  • Ha tensado su arco y me ha apuntado como blanco de sus flechas. (Lamentaciones 3, 12)

  • semejante al arco iris que aparece en las nubes en un día de lluvia; tal era el fulgor que despedía. Esta visión era como la imagen de la gloria del Señor. A su vista yo caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba. (Ezequiel 1, 28)

  • pero allí despedazaré el arco de tu mano izquierda y haré caer las flechas de tu diestra. (Ezequiel 39, 3)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina