Encontrados 31 resultados para: asedio de ai

  • Pero algunos perversos, enemigos de su propia nación, anunciaron al rey el asedio de la ciudadela por parte de Jonatán. (I Macabeos 11, 21)

  • El rey, al saberlo, se indignó, e informado bien, partió sin tardanza y llegó a Tolemaida, desde donde escribió a Jonatán para que desistiese del asedio y viniese rápidamente a Tolemaida a hablar con él. (I Macabeos 11, 22)

  • Jonatán recibió el mensaje y mandó continuar el asedio, se rodeó de los ancianos de Israel y de algunos sacerdotes y resolvió aventurarse al peligro. (I Macabeos 11, 23)

  • De allí marchó a Gaza, pero la ciudad le cerró las puertas. La asedió, incendió los alrededores y los saqueó. (I Macabeos 11, 61)

  • No menos de nueve mil hombres se refugiaron en dos torres fortísimas, con todo lo necesario para resistir un asedio prolongado. (II Macabeos 10, 18)

  • El Macabeo, dejando a Simón, José, Zaqueo y a los que con ellos estaban con fuerzas suficientes para mantener el asedio, se marchó a donde más urgía su presencia. (II Macabeos 10, 19)

  • había una ciudad, pequeña, y de pocos habitantes. Un gran rey fue contra ella, la asedió y levantó a su alrededor grandes fortificaciones. (Eclesiastés 9, 14)

  • He aquí una tierra de caldeos: no eran un pueblo: Asiria la fundó para las bestias del desierto. Han levantado torres de asedio, han demolido sus palacios, la han convertido en montón de ruinas. (Isaías 23, 13)

  • Le haré comer la carne de sus hijos y la de sus hijas, y se devorarán mutuamente en la extrema angustia del asedio y en medio de los apuros con que les estrujarán sus enemigos, los que buscan su muerte. (Jeremías 19, 9)

  • Y en el año noveno de su reinado, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jerusalén. Acampó junto a ella y levantó alrededor un terraplén de asedio. (Jeremías 52, 4)

  • Haz luego un simulacro de asedio contra ella; levanta contra ella torres movibles, amontona terraplenes, emplaza campamentos, sitúa arietes todo alrededor. (Ezequiel 4, 2)

  • Después volverás tus ojos al asedio de Jerusalén y, extendiendo tu brazo desnudo, profetizarás contra ella. (Ezequiel 4, 7)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina