Encontrados 172 resultados para: batalla de los amorreos
Salimos del Horeb, recorrimos todo el vasto y temible desierto que habéis visto, camino de la montaña de los amorreos, según nos había ordenado el Señor, nuestro Dios, y llegamos a Cades Barne". (Deuteronomio 1, 19)
"Allí os dije: Ya habéis llegado a la montaña de los amorreos, que el Señor, nuestro Dios, nos da. (Deuteronomio 1, 20)
Y os pusisteis a murmurar así en vuestras tiendas: Porque nos odia, el Señor nos ha hecho salir de Egipto, para entregarnos en poder de los amorreos y hacernos morir en sus manos. (Deuteronomio 1, 27)
Los amorreos, que vivían en la montaña, salieron a vuestro encuentro; os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seír hasta Jormá. (Deuteronomio 1, 44)
Sijón salió a nuestro encuentro con toda su gente para darnos batalla en Yahsá. (Deuteronomio 2, 32)
"Partimos y subimos camino de Basán. Og, rey de Basán, nos salió al encuentro con toda su gente para darnos batalla en Edreí. (Deuteronomio 3, 1)
El Señor me dijo: No lo temas, pues yo lo he puesto en tus manos a él, a su pueblo y a su país. Haz con él lo que hiciste con Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón. (Deuteronomio 3, 2)
De esta manera conquistamos a los dos reyes amorreos toda la Transjordania, desde el torrente Arnón hasta el monte Hermón. ( (Deuteronomio 3, 8)
Los sidonios al Hermón le llaman Sarión, y los amorreos Senir). (Deuteronomio 3, 9)
al otro lado del Jordán, en el valle que hay frente a Bet Fegor, en la tierra de Sijón, rey de los amorreos, que vivía en Jesbón y había sido derrotado por Moisés y los israelitas a su salida de Egipto, (Deuteronomio 4, 46)
los cuales se apoderaron de su tierra. También se adueñaron de la tierra de Og, rey de Basán -ambos reyes de los amorreos al otro lado del Jordán, al oriente, (Deuteronomio 4, 47)
Cuando el Señor, tu Dios, te haya introducido en la tierra que vas a poseer, pueblos numerosos caerán ante ti: los hititas, los guirgaseos, los amorreos, los cananeos, los fereceos, los heveos y los jebuseos, siete pueblos más poderosos y más potentes que tú. (Deuteronomio 7, 1)