Encontrados 32 resultados para: bebé

  • La joven a quien yo diga: Baja tu cántaro para que beba yo, y que me responda: Bebe, y voy a dar también de beber a tus camellos, ésa será la que tú has destinado a tu siervo Isaac; en esto conoceré que has mostrado tu amistad con mi amo Abrahán". (Génesis 24, 14)

  • Ella respondió: "Bebe, señor"; e inclinando en seguida el cántaro sobre su brazo, le dio de beber. (Génesis 24, 18)

  • y me responda: Bebe y sacaré también para tus camellos, sea la mujer destinada por el Señor para el hijo de mi amo. (Génesis 24, 44)

  • Y, aprisa, bajó ella el cántaro de su hombro y dijo: Bebe, y daré también agua a tus camellos. Yo bebí, y ella dio también agua a mis camellos. (Génesis 24, 46)

  • Tengo ahora ochenta años. ¿Puedo distinguir todavía entre el bien y el mal? ¿Puede saborear tu siervo lo que come y lo que bebe? ¿Puedo escuchar todavía la voz de los cantores y cantoras? ¿Por qué va a ser tu siervo una carga para mi señor, el rey? (II Samuel 19, 36)

  • Luego Elías dijo a Ajab: "Sube, come y bebe, porque ya se percibe el ruido de lluvia torrencial". (I Reyes 18, 41)

  • Ragüel lo oyó y dijo al joven: "Come y bebe y pasa alegre la noche, pues nadie tiene el derecho que tú de casarte con mi hija Sara. Además yo no puedo darla a otro que no seas tú, pues eres mi pariente más cercano. Pero debo decirte toda la verdad: (Tobías 7, 10)

  • ya se la he dado en matrimonio a siete hombres de nuestra familia, y todos murieron la noche de bodas. Tú come y bebe, que el Señor proveerá". (Tobías 7, 11)

  • Holofernes le decía: "¡Bebe y alégrate con nosotros!". (Judit 12, 17)

  • Pues las flechas del todopoderoso están en mí clavadas; mi espíritu bebe su veneno, y los terrores de Dios me turban. (Job 6, 4)

  • ¡cuánto menos un ser abominable y corrompido, el hombre, que bebe como agua la iniquidad! (Job 15, 16)

  • ¿Qué hombre hay como Job, que bebe el sarcasmo como agua, (Job 34, 7)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina