Encontrados 30 resultados para: bendecido
Siempre que quieras podrás matar animales y comer su carne en todas tus ciudades, en la medida que te haya bendecido el Señor, tu Dios; y podrán comerla el puro y el impuro, como si se tratase de la gacela o del ciervo. (Deuteronomio 12, 15)
Si el camino fuera largo para poder llevarlos allá; si una gran distancia te separa del lugar que el Señor, tu Dios, haya elegido para hacer habitar en él su nombre, cuando el Señor, tu Dios, te haya bendecido, (Deuteronomio 14, 24)
Entonces celebrarás la fiesta de las semanas en honor del Señor, tu Dios, y presentarás ofrendas voluntarias en proporción de los bienes con que el Señor, tu Dios, te haya bendecido. (Deuteronomio 16, 10)
sino que cada cual hará sus ofrendas en proporción de los bienes con que el Señor, tu Dios, te haya bendecido. (Deuteronomio 16, 17)
Los hijos de José dijeron a Josué: "¿Cómo nos has dado en heredad una sola parte, una sola porción, siendo un pueblo numeroso, al que el Señor ha bendecido hasta ahora?". (Josué 17, 14)
Cuando contaron al rey David que el Señor había bendecido a Obededón y todas sus cosas a causa del arca de Dios, David fue y trasladó el arca de Dios de casa de Obededón a la ciudad de David con gran júbilo. (II Samuel 6, 12)
Amiel, el sexto; Isacar, el séptimo; Pueletay, el octavo, pues Dios le había bendecido. (I Crónicas 26, 5)
Azarías, de la familia de Sadoc y sumo sacerdote, le dijo: "Desde que vinieron a traer las ofrendas al templo del Señor, hemos comido hasta saciarnos y ha sobrado en abundancia porque el Señor ha bendecido a su pueblo; aquí está amontonado lo que sobra". (II Crónicas 31, 10)
¿No has levantado una valla en torno a él, a su casa y a sus posesiones? Has bendecido las obras de sus manos, y sus rebaños hormiguean por el país. (Job 1, 10)
Eres el más hermoso de los hombres, la gracia corre por tus labios, porque Dios te ha bendecido para siempre. (Salmos 45, 3)
Así es bendecido el hombre que teme al Señor. (Salmos 128, 4)
El hombre misericordioso será bendecido, porque da de su pan al pobre. (Proverbios 22, 9)