Encontrados 4241 resultados para: bendiciones de Dios

  • Dios abrió los ojos a Agar, que vio un pozo de agua. Se fue a llenar el odre y dio de beber al niño. (Génesis 21, 19)

  • Y Dios estuvo con el niño, el cual creció, habitó en el desierto y llegó a ser un gran tirador de arco. (Génesis 21, 20)

  • Por aquel tiempo Abimelec, acompañado por Picol, jefe de su ejército, fue a decir a Abrahán: "Dios está contigo en todo lo que haces. (Génesis 21, 22)

  • Júrame aquí, por Dios, que no me engañarás a mí, ni a mis hijos, ni a mis parientes, sino que tendrás conmigo y con el país que te hospedó la misma benevolencia que yo he tenido contigo". (Génesis 21, 23)

  • Abrahán plantó en Berseba un tamarisco e invocó allí al Señor, Dios de la eternidad. (Génesis 21, 33)

  • Después de esto, Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: "¡Abrahán! ¡Abrahán!". Éste respondió: "Aquí estoy". Y Dios le dijo: (Génesis 22, 1)

  • Abrahán se levantó de madrugada, aparejó su asno, tomó consigo dos criados y a su hijo Isaac, partió la leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que Dios le había dicho. (Génesis 22, 3)

  • y dijo a sus criados: "Quedaos aquí con el asno mientras el muchacho y yo subimos arriba; adoraremos a Dios, y después volveremos con vosotros". (Génesis 22, 5)

  • Abrahán respondió: "Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío". Y continuaron juntos el camino. (Génesis 22, 8)

  • Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó un altar; preparó la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. (Génesis 22, 9)

  • Y el ángel le dijo: "No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno. Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo único". (Génesis 22, 12)

  • te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tu descendencia, que será como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos. (Génesis 22, 17)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina