Encontrados 463 resultados para: candelabro de siete brazos

  • Entre los ciudadanos hizo prisionero a un eunuco, comisario de los hombres de guerra, y a siete familiares del rey que fueron encontrados en la ciudad; al secretario del jefe del ejército, encargado del reclutamiento, y a sesenta hombres del pueblo que se encontraban en la ciudad. (Jeremías 52, 25)

  • En el año treinta y siete de la deportación de Jeconías, rey de Judá, el día veinticinco del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su subida al trono, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52, 31)

  • el año quinto, el día siete del mismo mes en que los caldeos habían tomado e incendiado Jerusalén. (Baruc 1, 2)

  • Una vez llegados a Babilonia, estaréis allí durante largos años, mucho tiempo, hasta siete generaciones; después de lo cual yo os sacaré de allí en paz. (Baruc 6, 2)

  • En medio de estos cuatro seres se veían como brazos incandescentes a modo de antorchas que se agitaban de acá para allá entre ellos. Resplandecía el fuego, y del fuego se desprendían fulgores. (Ezequiel 1, 13)

  • Llegué a Tel-Abib, junto a los deportados que habitaban a lo largo del río Quebar, allí donde ellos habitaban, y permanecí como aturdido siete días en medio de ellos. (Ezequiel 3, 15)

  • Al cabo de estos siete días el Señor me dijo: (Ezequiel 3, 16)

  • Por tanto, esto dice el Señor: Aquí estoy yo contra vuestras bandas con las que cazáis a las gentes como pájaros; las arrancaré de vuestros brazos y soltaré al aire libre las gentes que cazáis. (Ezequiel 13, 20)

  • Y cuando te pregunten: ¿Por qué gimes?, les dirás: Por una noticia, a cuya llegada se derretirá todo corazón, desmayarán todos los brazos, se consternará todo ánimo y todas las rodillas vacilarán. Ya llega, ya se cumple, dice el Señor Dios". (Ezequiel 21, 12)

  • El año undécimo, el día siete del primer mes, el Señor me dirigió la palabra y me dijo: (Ezequiel 30, 20)

  • Por tanto, esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra el Faraón, rey de Egipto. Le despedazaré los dos brazos, el brazo sano y el que está roto, y haré que la espada caiga de su mano. (Ezequiel 30, 22)

  • Robusteceré los brazos del rey de Babilonia, pondré en su mano mi espada y romperé los brazos del Faraón, que gemirá ante él, como un herido de muerte. (Ezequiel 30, 24)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina