Encontrados 463 resultados para: candelabro de siete brazos

  • comenzaron a venir los siete años de hambre, como José había dicho. Hubo hambre en todos los países, pero en Egipto había pan. (Génesis 41, 54)

  • Éstos son los hijos de Jacob y Bihlá, la que Labán dio a su hija Raquel. En total, siete personas. (Génesis 46, 25)

  • Jacob vivió diecisiete años en Egipto; en total, los años de su vida fueron ciento cuarenta y siete. (Génesis 47, 28)

  • pero su arco permanece firme y ágiles sus brazos gracias a las manos del Fuerte de Jacob, gracias al nombre del Pastor, la Roca de Israel. (Génesis 49, 24)

  • Cuando llegaron a la era de Atad, al otro lado del Jordán, hicieron grandes y solemnes funerales; y José guardó por su padre un luto de siete días. (Génesis 50, 10)

  • El sacerdote de Madián tenía siete hijas. Vinieron éstas a sacar agua, y cuando estaban llenando los abrevaderos para dar de beber al rebaño de su padre, (Exodo 2, 16)

  • Éstos son los nombres de los hijos de Leví con sus familias: Guersón, Quehat y Merarí. Leví vivió ciento treinta y siete años. (Exodo 6, 16)

  • Amrán se casó con Yakébet, su tía, de la que tuvo a Aarón y a Moisés. Amrán vivió ciento treinta y siete años. (Exodo 6, 20)

  • Y así transcurrieron siete días desde que el Señor golpeó el río. (Exodo 7, 25)

  • Durante siete días comeréis panes sin levadura; desde el primer día quitaréis la levadura de vuestras casas, porque el que en estos días coma pan fermentado será extirpado de Israel. (Exodo 12, 15)

  • Durante siete días no habrá levadura en vuestras casas, porque el que coma algo fermentado será extirpado de la comunidad de Israel, sea extranjero o indígena. (Exodo 12, 19)

  • Durante siete días comerás panes sin levadura; el séptimo será día de fiesta en honor del Señor. (Exodo 13, 6)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina