Encontrados 243 resultados para: cinturón de la verdad

  • Veamos la verdad de sus palabras y probemos cuál será su fin. (Sabiduría 2, 17)

  • Los que confían en él comprenderán la verdad y los fieles permanecerán con él en el amor, pues para sus elegidos hay gracia y misericordia. (Sabiduría 3, 9)

  • Nosotros perdimos el camino de la verdad, la luz de la justicia no nos alumbró y el sol no se levantó para nosotros. (Sabiduría 5, 6)

  • Os anunciaré qué es la sabiduría y cuál es su origen y no os ocultaré sus secretos, sino que desde su primer origen la investigaré, pondré en claro su conocimiento y no dejaré pasar en silencio la verdad. (Sabiduría 6, 22)

  • No contradigas la verdad, avergüénzate de tu ignorancia. (Eclesiástico 4, 25)

  • Lucha por la verdad hasta la muerte, y el Señor Dios luchará por ti. (Eclesiástico 4, 28)

  • Del impuro, ¿cómo saldrá cosa pura?; y del mentiroso, ¿qué verdad puede salir? (Eclesiástico 34, 4)

  • de quebrantar la verdad de Dios y la alianza, de apoyar en la mesa el codo sobre el pan; (Eclesiástico 41, 20)

  • Y ved lo que sucederá: en lugar de perfume habrá podredumbre; en lugar de cinturón, una cuerda; en lugar de peinados, calvicie; en lugar de vestidos lujosos habrá un saco; en lugar de belleza, la marca de la infamia. (Isaías 3, 24)

  • La justicia será el ceñidor de su cintura; la lealtad, el cinturón de sus caderas. (Isaías 11, 5)

  • Dicen a los videntes: No tengáis visiones, y a los profetas: No profeticéis la verdad para nosotros: decidnos cosas seductoras, profetizad ilusiones; (Isaías 30, 10)

  • Congréguense todas las naciones, reúnanse los pueblos. ¿Quién, entre ellos, puede anunciar esto y lo ha proclamado desde antiguo? Presenten sus testigos para justificarse, déjense oír para que digamos: ¡Es verdad! (Isaías 43, 9)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina