Encontrados 876 resultados para: ciudad

  • Cuando suene el cuerno de carnero y vosotros oigáis el sonar de las trompetas, todo el pueblo dará con todas sus fuerzas el grito de guerra. Entonces las murallas de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo la asaltará, cada uno de frente". (Josué 6, 5)

  • Y al pueblo le dijo: "Id y rodead la ciudad; que los armados vayan delante del arca del Señor". (Josué 6, 7)

  • El arca del Señor dio una vuelta a la ciudad; después todos volvieron al campamento, donde pasaron la noche. (Josué 6, 11)

  • El segundo día dieron también una vuelta alrededor de la ciudad, y después volvieron al campamento. Así hicieron durante seis días. (Josué 6, 14)

  • El día séptimo se levantaron con el alba, y dieron siete vueltas a la ciudad del mismo modo; sólo ese día dieron siete vueltas. (Josué 6, 15)

  • A la séptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, Josué dijo al pueblo: "Dad el grito de guerra, porque el Señor os ha entregado la ciudad". (Josué 6, 16)

  • "La ciudad, con todo lo que hay en ella, será entregada al exterminio en manos del Señor; solamente quedará Rajab, la prostituta, y todos los que estén con ella en su casa, porque escondió a los exploradores que habíamos enviado. (Josué 6, 17)

  • Y vosotros, ojo con que toméis nada de lo que hay en la ciudad y ha sido entregado al exterminio en honor del Señor, porque eso sería exponer al exterminio el campamento de Israel acarreándole la desgracia. (Josué 6, 18)

  • El pueblo gritó, y las trompetas sonaron. Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, se puso a gritar con todas sus fuerzas, y las murallas de la ciudad se derrumbaron; entonces el pueblo se lanzó al asalto, cada uno de frente, y la tomaron. (Josué 6, 20)

  • Y entregaron al exterminio todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, incluso los bueyes, ovejas y asnos, pasándolos a filo de espada. (Josué 6, 21)

  • Después quemaron la ciudad y todo lo que había en ella, a excepción de la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que se depositaron en el tesoro de la casa del Señor. (Josué 6, 24)

  • Josué pronunció este juramento delante del Señor: "Maldito el hombre que venga a edificar esta ciudad. Pondrá los cimientos sobre su primogénito, y sobre su hijo menor levantará las puertas". (Josué 6, 26)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina