Encontrados 355 resultados para: cuatro animales
Una pared cercaba los cuatro patios por todas partes, y en la parte baja de la pared, todo alrededor, estaban levantados unos fogones. (Ezequiel 46, 23)
Dios concedió a aquellos cuatro jóvenes ciencia e inteligencia en materia de escritura y en sabiduría. Daniel, en particular, sabía interpretar toda clase de visiones y sueños. (Daniel 1, 17)
El rey añadió: "Pues yo veo a cuatro hombres desatados que andan por medio del fuego, sin sufrir daño alguno; más aún, el aspecto del cuarto se parece a un hijo de los dioses". (Daniel 3, 92)
El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)
Daniel tomó la palabra y dijo: "Veía yo en visiones durante la noche que los cuatro vientos del cielo agitaban el mar grande; (Daniel 7, 2)
y que cuatro bestias enormes, diferentes una de otra, salían del mar. (Daniel 7, 3)
Después vi otra bestia, como un leopardo, con cuatro alas de ave en su dorso; tenía también cuatro cabezas y le fue dado el poder. (Daniel 7, 6)
Estas cuatro bestias enormes son cuatro reyes, que aparecerán sobre la tierra; (Daniel 7, 17)
Luego el macho cabrío se hizo extraordinariamente poderoso; pero cuando estaba en la cúspide de su poder, su gran cuerno se partió y, en su lugar, despuntaron otros cuatro bien visibles, hacia los cuatro vientos del cielo. (Daniel 8, 8)
El que éste se rompiera y salieran otros cuatro en su lugar significa que de esta nación saldrán cuatro reinos, pero de menor potencia. (Daniel 8, 22)
Una vez afirmado su imperio será destrozado y dividido a los cuatro vientos del cielo. No pasará a sus hijos, ni tendrá el mismo poder; su reino será exterminado y pasará a otros, excluidos sus descendientes. (Daniel 11, 4)
Esto dice el Señor: Por tres crímenes de Damasco y por cuatro no le perdonaré; por haber aplastado a Galaad con trillos de hierro (Amós 1, 3)