Encontrados 327 resultados para: derechos de las mujeres

  • Ellos se pusieron en marcha poniendo en cabeza a las mujeres, los niños, los rebaños y las cosas de valor. (Jueces 18, 21)

  • "¿Qué haremos para dar mujeres a los que quedan? Porque hemos jurado ante el Señor no darles nuestras hijas por mujeres". (Jueces 21, 7)

  • Entonces la asamblea envió doce mil hombres de los más valientes con esta orden: "Id y pasad a espada a todos los habitantes de Yabés de Galaad, a las mujeres y a los niños. (Jueces 21, 10)

  • Matad a todos los varones y a todas las mujeres que no sean vírgenes, pero dejad con vida a las vírgenes". Así lo hicieron. (Jueces 21, 11)

  • Los de Benjamín regresaron, y los israelitas les dieron por mujeres las que habían quedado con vida en Yabés de Galaad; pero no había bastantes para todos. (Jueces 21, 14)

  • Los ancianos de la comunidad se preguntaron: "¿Qué haremos para procurar mujeres a los que faltan, pues las mujeres de Benjamín fueron exterminadas?". (Jueces 21, 16)

  • Porque nosotros no podemos darles por mujeres a nuestras hijas, ya que los israelitas hicieron este juramento: Maldito quien dé mujer a Benjamín". (Jueces 21, 18)

  • Partieron juntas y llegaron a Belén. A su llegada se impresionó toda la ciudad. Las mujeres comentaban: "¿Pero es ésta Noemí? (Rut 1, 19)

  • Las mujeres decían a Noemí: "Bendito sea el Señor, que ha querido que no te faltase un heredero y que el nombre del difunto se conserve en Israel. (Rut 4, 14)

  • Tenía dos mujeres: una llamada Ana, y la otra, Peniná. Peniná tenía hijos; Ana no los tenía. (I Samuel 1, 2)

  • Elí era ya muy anciano. Se enteró de todo lo que hacían sus hijos a todo Israel y que se acostaban con las mujeres que estaban al servicio de la entrada de la tienda de la reunión, (I Samuel 2, 22)

  • Atiende su petición; pero adviérteles bien y hazles saber los derechos del rey que van a tener". (I Samuel 8, 9)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina