Encontrados 67 resultados para: descanso

  • Más vale un puñado de descanso que dos puñados de fatiga y de dar caza al viento. (Eclesiastés 4, 6)

  • No vio el sol, ni conoció nada. Más descanso tiene el abortivo que ese hombre. (Eclesiastés 6, 5)

  • Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no des descanso a tu mano; porque tú no sabes lo que es mejor, si esto o aquello, o si ambas cosas son igualmente buenas. (Eclesiastés 11, 6)

  • Porque al fin hallarás en ella tu descanso y se cambiará para ti en alegría. (Eclesiástico 6, 28)

  • Cuando dice: "Hallé descanso, ahora comeré de mis bienes", no sabe cuánto va a durar esto, pues tiene que dejar a otros sus riquezas y morir. (Eclesiástico 11, 19)

  • Llora al muerto porque perdió la luz, y llora al necio porque perdió su inteligencia. Llora menos por un muerto, porque ya descansó. Pero la vida del necio es peor que la muerte. (Eclesiástico 22, 11)

  • Más vale la muerte que vida amargada, y el descanso eterno que enfermedad duradera. (Eclesiástico 30, 17)

  • Compadécete de tu ciudad santa, Jerusalén, la ciudad de tu descanso. (Eclesiástico 36, 12)

  • Y al tiempo del descanso en su lecho, el sueño trastorna su mente. (Eclesiástico 40, 5)

  • Salomón descansó con sus padres, dejando tras él uno de su linaje, Roboán, el más loco del pueblo, pobre de inteligencia, que con su decisión excitó al pueblo a la rebeldía. (Eclesiástico 47, 23)

  • Como ganado que baja a la llanura, el espíritu del Señor los guiaba al descanso; así llevaste a tu pueblo para ganarte renombre glorioso. (Isaías 63, 14)

  • Esto dice el Señor: "Apostaos en las sendas de antaño, informaos de los caminos antiguos. Ése es el buen camino; seguidlo y hallaréis descanso para vuestras almas". Pero ellos han dicho: "¡No lo seguiremos!". (Jeremías 6, 16)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina