Encontrados 921 resultados para: destrucción de Jerusalén

  • preguntándose: "¿Qué haremos con estos hombres? Porque ciertamente han hecho un milagro notorio y manifiesto a todos los habitantes de Jerusalén, y no podemos negarlo. (Hechos 4, 16)

  • De las aldeas próximas a Jerusalén acudía también mucha gente llevando enfermos y poseídos por espíritus inmundos, y todos eran curados. (Hechos 5, 16)

  • "¿No os ordenamos solemnemente que no enseñaseis en nombre de ése? Y, sin embargo, habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina y queréis hacernos responsables de la sangre de este hombre". (Hechos 5, 28)

  • La palabra de Dios crecía, el número de los fieles aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos sacerdotes abrazaban la fe. (Hechos 6, 7)

  • Aquel día se desencadenó una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén; y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría. (Hechos 8, 1)

  • Los apóstoles, que estaban en Jerusalén, al saber que Samaría había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan; (Hechos 8, 14)

  • Ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén, evangelizando muchas aldeas de los samaritanos. (Hechos 8, 25)

  • El ángel del Señor dijo a Felipe: "Ponte en marcha hacia el sur, por el camino que va de Jerusalén a Gaza a través del desierto". (Hechos 8, 26)

  • Y se puso en marcha. En esto un etíope eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía, administrador de todos sus bienes, que había venido a Jerusalén, (Hechos 8, 27)

  • y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, con el fin de que si encontraba algunos que siguieran este camino, hombres o mujeres, pudiera llevarlos presos a Jerusalén. (Hechos 9, 2)

  • Ananías respondió: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y decir todo el mal que ha hecho a tus fieles en Jerusalén. (Hechos 9, 13)

  • Todos los que lo escuchaban se quedaban estupefactos y decían: "¿No es éste el que perseguía en Jerusalén a los que invocan ese nombre, y no ha venido aquí para llevarlos encadenados a los sumos sacerdotes?". (Hechos 9, 21)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina