Encontrados 33 resultados para: escolta

  • Nebuzardán, jefe de la escolta, los condujo ante el rey de Babilonia, en Ribla. (II Reyes 25, 20)

  • El rey me puso una escolta de infantería y de caballería. Me presenté a los gobernadores de Transeufratina y les entregué las cartas del rey. (Nehemías 2, 9)

  • Estaba ya con su escolta junto al tesoro del templo, cuando el Señor de los espíritus y rey de todo poder se manifestó con tan gran majestad que todos los que se habían atrevido a entrar en el templo, fulminados a la vista del poder de Dios, quedaron impotentes y atemorizados. (II Macabeos 3, 24)

  • Así era llevado, incapaz de valerse por sí mismo, aquel que poco antes había entrado arrogante en la sala del tesoro con gran séquito y numerosa escolta, reconociendo todos claramente el poder de Dios. (II Macabeos 3, 28)

  • Al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los que se habían rendido a él y a la gente restante, Nebuzardán, jefe de la escolta real, los deportó a Babilonia. (Jeremías 39, 9)

  • En cambio, a la parte de la población que no poseía nada, Nebuzardán, jefe de la escolta, la dejó en la tierra de Judá, dándoles al mismo tiempo viñas y campos. (Jeremías 39, 10)

  • En cuanto a Jeremías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado a Nebuzardán, jefe de la escolta, estas órdenes: (Jeremías 39, 11)

  • Así Nebuzardán, jefe de la escolta; Nabusasbán, alto dignatario; Nergal-Sareser, oficial mayor, y los otros oficiales del rey de Babilonia (Jeremías 39, 13)

  • Palabra dirigida a Jeremías de parte del Señor, después que fue puesto en libertad en Ramá por Nebuzardán, jefe de la escolta, el cual lo había encontrado aherrojado entre los prisioneros de Jerusalén y Judá que eran deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 1)

  • El jefe de la escolta tomó aparte a Jeremías y le dijo: "El Señor, tu Dios, había anunciado la presente desgracia sobre este lugar (Jeremías 40, 2)

  • Puedes dirigirte a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto al frente de las ciudades de Judá, y quedarte con él entre el pueblo; puedes ir también adonde quieras". Luego el jefe de la escolta le dio provisiones y un regalo, y lo despidió. (Jeremías 40, 5)

  • Después llevó preso a todo el resto del pueblo que había en Mispá y a las princesas reales que Nebuzardán, jefe de la escolta, había confiado a Godolías, hijo de Ajicán. Y muy de mañana, Ismael, hijo de Netanías, se puso en marcha hacia el país de los amonitas. (Jeremías 41, 10)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina