Encontrados 162 resultados para: familia

  • He oído desde niña en mi familia que tú, Señor, escogiste a Israel entre todas las naciones, y a nuestros padres entre todos sus antecesores para tu eterna heredad; y has cumplido lo que prometiste. (Ester 14, 5)

  • pues su autor y su familia han sido ahorcados en las puertas de Susa en justo castigo que Dios, Señor universal, le ha infligido inmediatamente. (Ester 16, 18)

  • Se encendió entonces la ira de Elihú, hijo de Baraquel, el buzita, de la familia de Ram. Su ira se encendió contra Job porque pretendía tener razón frente a Dios. (Job 32, 2)

  • Escucha, hija mía, atiende, mira, olvida tu pueblo y tu familia: (Salmos 45, 11)

  • saca de la miseria al indigente y multiplica como rebaños su familia. (Salmos 107, 41)

  • instala a la estéril en su casa, madre gozosa de toda la familia. (Salmos 113, 9)

  • Por entonces Matatías, hijo de Juan, hijo de Simeón, sacerdote de la familia de Yoarib, abandonó Jerusalén y fue a establecerse en Modín. (I Macabeos 2, 1)

  • Dejó a Lisias, hombre noble y de familia real, encargado de los asuntos de estado desde el río Éufrates hasta los confines de Egipto, (I Macabeos 3, 32)

  • En las frecuentes batallas libradas en nuestro país, Simón, hijo de Matatías, de la familia de Yoarib, y sus hermanos, han expuesto con peligro sus vidas y han resistido a los enemigos de su nación para salvar el templo y la ley, conquistando gloria imperecedera para su nación. (I Macabeos 14, 29)

  • Y el que a muchos había obligado a salir de la patria, pereció en tierra extranjera, entre los lacedemonios, en quienes pensaba encontrar protección en gracia de los lazos de familia. (II Macabeos 5, 9)

  • No teme la nieve para su casa, porque toda su familia lleva doble vestido. (Proverbios 31, 21)

  • Éstas son las palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, de la familia de sacerdotes que habitaban en Anatot, en el territorio de Benjamín. (Jeremías 1, 1)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina