Encontrados 387 resultados para: fin del reinado de Saúl

  • con el fin de traer con nosotros el arca de nuestro Dios, de la que no nos hemos vuelto a ocupar desde los tiempos de Saúl". (I Crónicas 13, 3)

  • Cuando el arca de la alianza del Señor llegó a la ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, estaba mirando por la ventana, y al ver al rey David saltando y bailando, lo despreció en su corazón. (I Crónicas 15, 29)

  • Todo lo que había consagrado Samuel, el vidente; Saúl, hijo de Quis; Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia; todo lo consagrado estaba bajo la custodia de Selomit y sus hermanos. (I Crónicas 26, 28)

  • El jefe de los hebronitas era Yerías. En el año cuarenta del reinado de David se hicieron indagaciones sobre las genealogías y familias hebronitas, y se encontraron entre ellos hombres valerosos en Yazer de Galaad. (I Crónicas 26, 31)

  • El Señor ensalzó grandemente al rey Salomón ante todo el pueblo y le concedió un reinado tan glorioso cual nunca rey alguno había tenido antes de él en Israel. (I Crónicas 29, 25)

  • David, hijo de Jesé, había reinado sobre todo Israel. (I Crónicas 29, 26)

  • con todo su reinado, sus hazañas y los sucesos referentes a él, a Israel y a todos los reinos de las tierras. (I Crónicas 29, 30)

  • Comenzó la construcción el día veinte del segundo mes, el cuarto año de su reinado. (II Crónicas 3, 2)

  • Por haber sido infieles al Señor, el año quinto del reinado de Roboán, Sesac, rey de Egipto, fue contra Jerusalén (II Crónicas 12, 2)

  • Roboán se reafirmó en Jerusalén y continuó su reinado. Tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita. (II Crónicas 12, 13)

  • Abías comenzó a reinar en Judá el año dieciocho del reinado de Jeroboán. (II Crónicas 13, 1)

  • Se reunieron en Jerusalén el tercer mes del año quince del reinado de Asá. (II Crónicas 15, 10)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina