Encontrados 498 resultados para: fuego extraño

  • Salió entonces de la presencia del Señor un fuego que los abrasó. Así murieron en presencia del Señor. (Levítico 10, 2)

  • Moisés dijo a Aarón, a Eleazar e Itamar, hijos de Aarón: "No os despelucéis ni rasguéis vuestras vestiduras; así no moriréis ni se encenderá la ira divina contra toda la comunidad; vuestros hermanos, toda la casa de Israel, son los que deben llorar a los que el Señor ha destruido por el fuego. (Levítico 10, 6)

  • El vestido, de cualquier clase que sea, afectado por la lepra, deberá ser quemado por el fuego, porque es lepra contagiosa. (Levítico 13, 52)

  • Si, después de lavado, el sacerdote ve que la mancha no ha cambiado de aspecto, aunque no se haya extendido más, el objeto es impuro; será echado al fuego, porque está infectado por el derecho y por el revés. (Levítico 13, 55)

  • Si la mancha vuelve a aparecer en el vestido, se trata de una lepra activa; el objeto infectado será echado al fuego. (Levítico 13, 57)

  • Echará el incienso sobre el fuego delante del Señor, de manera que la nube de incienso cubra el propiciatorio que está sobre el testimonio y no muera. (Levítico 16, 13)

  • No darás a tus hijos para ser pasados por el fuego en honor de Moloc profanando el nombre de Dios: yo, el Señor. (Levítico 18, 21)

  • La hija de un sacerdote casada con un extraño no podrá comer las cosas santas; (Levítico 22, 12)

  • pero si es viuda o divorciada y no tiene hijos y vuelve a casa de su padre como estaba durante la juventud, podrá comer el alimento de su padre. Pero ningún extraño lo podrá comer. (Levítico 22, 13)

  • Nadab y Abihú murieron en presencia del Señor, en el desierto del Sinaí, cuando intentaron ofrecerle fuego profano. No tuvieron hijos. Entonces Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en vida de su padre Aarón. (Números 3, 4)

  • A Aarón y a sus hijos les asignarás las funciones del sacerdocio, y cualquier extraño que se entrometa será castigado con la muerte". (Números 3, 10)

  • Delante de la tienda de la reunión, al lado este, acampaban Moisés, Aarón y sus hijos, que tenían cuidado del santuario en nombre de los israelitas. Todo extraño que se acercaba era castigado con la muerte. (Números 3, 38)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina