Encontrados 243 resultados para: fuerza divina

  • ¡Despierta, despierta; vístete de fuerza, brazo del Señor; despierta como antaño en los días de las generaciones antiguas! ¿No eres tú el que partió en dos a Rahab y traspasó al dragón? (Isaías 51, 9)

  • Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; ponte tus vestidos más espléndidos, Jerusalén, ciudad santa. Pues ya no volverá a entrar en ti el incircunciso ni el impuro. (Isaías 52, 1)

  • ¿Quién es éste que llega de Edón, de Bosra, con vestidos de púrpura; que, espléndido en su aderezo, avanza majestuoso en la plenitud de su fuerza? Soy yo, el que profeso la justicia y soy grande en salvar. (Isaías 63, 1)

  • Sopla con fuerza el fuelle para que el plomo sea consumido por el fuego. En vano se fatiga el fundidor. (Jeremías 6, 29)

  • Esto dice el Señor: No presuma el sabio de su sabiduría, no presuma el fuerte de su fuerza, no presuma el rico de su riqueza; (Jeremías 9, 22)

  • Oh Señor, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la tribulación; a ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira poseyeron nuestros padres, vanidad e impotencia. (Jeremías 16, 19)

  • Y tú anúnciales todas estas palabras y diles: El Señor ruge desde lo alto, desde su santa morada lanza su voz; ruge con fuerza contra su hacienda, lanza el grito de júbilo de los pisadores de la uva contra todos los habitantes de la tierra. (Jeremías 25, 30)

  • Yo, con mi gran fuerza y desplegando mi poder he hecho la tierra, los hombres y los animales que existen sobre ella, y se la doy a quien quiero. (Jeremías 27, 5)

  • "Señor Dios, tú has creado el cielo y la tierra con tu gran fuerza y desplegando tu poder. ¡Nada hay imposible para ti! (Jeremías 32, 17)

  • Tú sacaste a tu pueblo Israel de Egipto, entre maravillas y prodigios, con la fuerza de tu mano, y desplegando tu poder e infundiendo gran terror. (Jeremías 32, 21)

  • Moab ha perdido toda su fuerza, su brazo se ha quebrado -dice el Señor-. (Jeremías 48, 25)

  • Esto dice el Señor omnipotente. Yo rompo el arco de Elán, lo mejor de su fuerza viril. (Jeremías 49, 35)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina